22 de junio de 2023 / 4:16 a. m.
El Promotor de Justicia del Estado de la Ciudad del Vaticano, Alessandro Diddi, informó acerca de los últimos avances en la investigación relacionada con el misterioso caso Orlandi y afirmó que “algunas pistas merecen posterior profundización”.
Emanuela Orlandi era hija de un empleado vaticano que desapareció en 1983 a los 15 años y su paradero sigue sin conocerse. Este misterioso caso, que involucra a la mafia y al Vaticano, cuenta además con un documental en Netflix bajo el título “Vatican Girl”.
Este martes 22 de junio, la Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer las recientes declaraciones de Alessandro Diddi, quien aseguró que desde la Oficina del Promotor de Justicia se han recogido en los últimos meses “todas las pruebas disponibles en las estructuras del Vaticano y de la Santa Sede”.
“Buscando también pruebas por medio de conversaciones con los responsables de algunas oficinas en el momento de los hechos”, destacó el Promotor de Justicia.
En esta línea, Diddi precisó que se ha procedido al examen del material, “confirmando algunas pistas de investigación que merecen posterior profundización y transmitiendo toda la documentación pertinente, en las últimas semanas, a la Fiscalía de Roma, para que ésta la examine y proceda en la dirección que considere más oportuna”.
Por su parte, confirma que continuará con estas actividades en los próximos meses, “cercano al dolor de la familia de Emanuela y consciente del sufrimiento que se siente por la desaparición de un familiar”.
En enero de 2023, el Vaticano anunció la reapertura del caso de Orlandi, que se había cerrado en abril de 2020 sin resultados.
La decisión de la Santa Sede respondía a los reiterados pedidos del hermano de Emanuela, Pietro Orlandi, que durante casi 40 años ha liderado una campaña para resolver el caso.
El caso de Emanuela Orlandi
Los rumores que rodean la enigmática desaparición de esta adolescente involucran a integrantes de la mafia, miembros del clero y al “Frente de Liberación Turco” que exigía la libertad de Ali Agca, el turco que intentó asesinar a San Juan Pablo II en 1981.
En 2012 pidieron una investigación cuando hallaron restos óseos sin identificar al lado de la tumba del líder de la mafia romana Enrico De Pedis, en la basílica de San Apolinar. Los huesos no pertenecían a la joven.
En 2018 se hallaron otros restos óseos en el sótano de la Nunciatura de Roma, pero las investigaciones determinaron que eran anteriores a 1964.
En marzo de 2019, la familia recibió una carta anónima con una foto de una tumba y la frase “busque donde indica el ángel”. El lugar que aparecería en la fotografía se encuentra en el Cementerio Teutónico, dentro del Vaticano, y por ello pidieron a la Santa Sede que se abriera. Los restos no eran de Emanuela Orlandi y la investigación del caso se cerró en abril de 2020.
En una entrevista televisiva el pasado 11 de abril, Pietro Orlandi hizo unas polémicas declaraciones, consideradas por el Papa Francisco como “ofensivas e infundadas”, que acusaban a San Juan Pablo II no sólo de conductas inapropiadas, sino de haber estado involucrado en el caso y de haber querido ocultarlo.
Ello ha suscitado una serie de reacciones, incluidas las de su secretario personal por más de 40 años, el Cardenal Stanislaw Dziwisz; las de la Conferencia Episcopal Italiana; las del Episcopado polaco; y las del propio Papa Francisco.
Publicar un comentario