El Obispo de la Diócesis de Puerto Iguazú (Argentina), Mons. Nicolás Baisi, celebró la Misa de ordenación de cuatro sacerdotes.
Alexi González, Rodrigo Grün, Cristian Loose y Alejandro Nuñez son los nuevos sacerdotes que recibieron las sagradas órdenes el 17 de noviembre en el Centro de Evangelización San Roque González de la parroquia Espíritu Santo.
El P. Christian Viña que impartió un curso de formación a los cuatro jóvenes en el Seminario San José de La Plata, viajó desde su parroquia Sagrado Corazón de Jesús de Cambaceres en Buenos Aires para acompañarlos.
Antes de la Misa, Alejandro Nuñez comentó al P. Viña que para él “el sacerdocio es Jesús en el Calvario, con todos los aspectos que eso conlleva, desde la subida al Calvario hasta el después, porque también implica resucitar con Cristo. Me parece que eso también es el centro, el corazón del sacerdocio ministerial católico”, afirmó.
A su turno, Rodrigo Grün compartió el parecer de Nuñez y agregó que es un camino que empieza en la Última Cena y el culmen es la ordenación sacerdotal.
En la Misa presidida por el Obispo de la Diócesis de Iguazú, Mons. Nicolás Baisi, manifestó que “Cristo, es el grano de trigo que se entrega” tal como lo pronuncia el sacerdote en "'Este es mi cuerpo que se entrega por ustedes'”.
“Los sacerdotes deben ser como Cristo, no solamente en la Eucaristía. El Señor se ocupaba de los que están solos, el sacerdote también; el Señor sanaba a los enfermos, el sacerdote también; el Señor perdonaba los pecados, el sacerdote también”.
Por ello, “la presencia de un sacerdote en medio de un pueblo, de una comunidad, de la gente es también una alegría. Tenemos que pedir al Señor por estos sacerdotes que quieren ver a Jesús y seguirlo de esta manera tan especial. Tenemos que pedir para que puedan ser fieles, que puedan caminar con Cristo”, afirmó Mons. Baisi.
También en el santuario de Nuestra Señora del Valle, se ordenaron sacerdotes los diáconos Juan Marcos Bellomo, Martín Brizuela y Ramón Carabajal.
En su homilía, el Obispo de Catamarca, Mons. Luis Urbanc, manifestó que los jóvenes “por el resto de sus días terrenales serán testigos de los sufrimientos de Cristo y copartícipes de la gloria que va a ser revelada”.
“Apacienten el rebaño de Dios que les ha sido confiado, velen por él, no forzada sino espontáneamente, como lo quiere Dios; no por un interés mezquino, sino con abnegación; no pretendiendo dominar a los que les han sido encomendados, sino siendo ejemplo para el rebaño. Y cuando llegue el Jefe de los pastores, recibirán la corona imperecedera de gloria”, agregó.
“Queridos Juan, Martín y Ramón sean administradores fieles de los misterios del Reino y dispensadores generosos y abnegados de la misericordia de Dios Padre”.
“Así los necesita la gente que tiene el derecho y, que con tanta ilusión, quiere ser guiada y acompañada por sacerdotes idóneos, cercanos y santos”.
“Por favor, cuídense de no defraudar a Jesús que los llamó, ni a la gente que quiere y necesita depositar su confianza en la sabiduría, prudencia, madurez, pureza de vida y oración de cada uno de ustedes”, sostuvo Mons. Urbanc.
Publicar un comentario