Las iglesias de California, en Estados Unidos, podrán reabrir y celebrar Misas nuevamente al 25% de su capacidad, según lo anunciado por el estado el lunes 25 de mayo.
El Departamento de Salud de California dictaminó que, sujeto a la aprobación de las autoridades locales, las iglesias en el estado pueden comenzar a reabrir, al igual que las compras minoristas en tiendas. Originalmente, el estado había colocado a las iglesias en una etapa de reapertura posterior al de algunas empresas.
Según la nueva política, las casas de culto pueden realizar servicios religiosos con una capacidad de hasta el 25% con un máximo de 100 asistentes.
Las iglesias tienen que implementar planes de prevención, recomendar protectores faciales, establecer una guía de distanciamiento social y “considerar eliminar el canto y las recitaciones grupales”. Cualquier canto o recitación “debe realizarse afuera”, dijo el Departamento de Salud.
Después de 21 días, las autoridades sanitarias volverán a evaluar la política, que aún está sujeta a la aprobación de los departamentos de salud del condado. Según el medio localKGO, algunos condados han progresado a etapas más avanzadas de reapertura que otros.
Los obispos católicos de California tuitearon el lunes que el anuncio era una “buena noticia”, y pidieron a los fieles que “sigan siendo cuidadosos y considerados” y consulten a su diócesis sobre los planes de reapertura ya que “no todos serán iguales”.
Los obispos indicaron el 14 de mayo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que “las diócesis están trabajando con toda la velocidad posible para formular sus propios planes y trabajando para igualar las condiciones locales, consultando con las autoridades locales sobre cómo reabrir iglesias de manera segura, ya que la situación del virus varía según el condado”.
California permanece en la etapa 2 del plan de reapertura de cuatro etapas del gobernador Gavin Newsom, donde la fabricación, logística y algunos negocios minoristas pueden reabrir con algunas restricciones.
Las iglesias se incluyeron inicialmente en la etapa 3 del plan de reapertura, una fase posterior reservada para “lugares de trabajo de mayor riesgo”.
La Sociedad Thomas More, una firma de abogados conservadora, había presentado una demanda contra el estado en nombre de una iglesia pentecostal en San Diego, diciendo que se había violado las libertades de la Primera Enmienda al obligar a las iglesias a permanecer cerradas mientras se permitía que algunas empresas reabrieran durante la pandemia. La iglesia pidió a la Corte Suprema de los Estados Unidos que interviniera en su caso.
Los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos publicaron el viernes una guía federal para la reanudación de los servicios religiosos con público, luego de que el presidente Donald Trump pidiera a los gobernadores estatales que permitieran que las iglesias reabrieran “en este momento”.
Las Misas con fieles en las diócesis de California han sido suspendidas desde marzo. En los últimos días, algunos de los obispos del estado dijeron que los planes para eventualmente reanudar las Misas públicas estaban en marcha.
El 12 de mayo, el Arzobispo de San Francisco, Mons. Salvatore Cordileone, anunció que él y otros obispos habían consultado con los líderes locales sobre la reanudación segura de las Misas públicas. El Obispo de Sacramento, Mons. Jaime Soto, dijo el 20 de mayo que él, junto a sus “hermanos sacerdotes”, se estaban “preparando para reanudar la celebración pública del Sacrificio de la Misa”.
El 23 de mayo, el Arzobispo de Los Ángeles, Mons. José Gomez, dijo que estaba “trabajando muy duro” con funcionarios estatales y locales “para ayudarlos a comprender cuál es la importancia de la presencia de Dios en nuestras vidas y lo hermoso que es para nosotros venir a la iglesia”.
“Creo que los funcionarios están, poco a poco, entendiendo mejor cuál es esa realidad urgente”, acotó.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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