El Centro Académico Romano Fundación (CARF) ha lanzado la campaña “Que ninguna vocación se pierda”, con la que pretende ayudar al sostenimiento de las vocaciones religiosas y sacerdotales.
Edgardo Calvente, director de Promoción de la Fundación CARF explicó a ACI Prensa que “existe una idea generalizada de que no hay suficientes vocaciones. Quizás puede ser cierto en algunas zonas del mundo, pero hay en otras como Asia, África o América Latina en donde sí hay muchos que se sienten llamados a una vocación de servicio específica dentro de la Iglesia, como puede ser el sacerdocio. La falta de medios materiales puede hacer que muchas de estas vocaciones no terminen su camino, a veces por falta de oportunidades o porque quizás no cuentan con lo necesario para ir al seminario". "Por eso lanzamos esta campaña, para intentar ayudar a paliar esa falta de medios”, afirmó.
El CARF contribuye económicamente para que sacerdotes y seminaristas de todo el mundo reciban una sólida preparación tanto teológica, como humana y espiritual. Sostiene principalmente los Colegios Eclesiásticos Internacionales Bidasoa en Pamplona (España) y Sedes Sapientiae en Roma (Italia) en donde se forman sacerdotes y que puedan estudiar en la Universidad de Navarra (España) y la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, Roma (Italia).
“Que ninguna vocación se pierda” pretende ayudar a al menos 20 seminaristas a estudiar en estos seminarios internacionales el próximo curso. “Para eso pensamos que necesitábamos la ayuda de 2.400 personas que hagan un aporte de 12,5 euros al mes durante un año, que son 150 euros. De esta manera podríamos sufragar 20 vocaciones más, principalmente de diócesis con escasos recursos”, explicó Calvente.
Muestra de ello son algunos testimonios como el de Masahiro Yuki, seminarista de Japón que asegura que “es como un sueño ver a tantos compañeros de países distintos llevando la misma dirección. Y yo estoy en medio de ellos. Tengo que agradecerle mucho al Señor”.
También está el caso del P. Tadeo Semanda, de Uganda, que estudió con una beca del CARF, y que afirma que “sin los donativos de tanta gente, muchos de nosotros no hubiéramos tenido una oportunidad”.
El director de Promoción del CARF también destacó la importancia de la labor de los sacerdotes, que ha sido especialmente patente durante el tiempo de pandemia por coronavirus.
“Ya no sólo por la administración de los sacramentos, sino por el acompañamiento y el consuelo que han proporcionado los sacerdotes en los momentos difíciles de la vida, que ahora han sido patentes. Pero también en los momentos más felices, como los bautizos y las bodas”, subraya.
Los seminaristas del Centro de Estudios Internacional Bidasoa en Pamplona serán los primeros de España en recibir la ordenación diaconal después de la pandemia el próximo 31 de mayo.
Más información sobre la campaña “Que ninguna vocación se pierda” y cómo colaborar AQUÍ.
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