El Presidente de Polonia, Andrzej Duda, promulgó el martes 30 de enero una ley que limita la apertura de los centros comerciales los días domingos, para que los trabajadores puedan pasar más tiempo con sus familias.
Según informa Associated Press (AP), el mandatario dijo que los grandes comercios tienen que ajustarse al nuevo sistema y les pidió ser “comprensivos”.
De acuerdo a la nueva norma, desde el 1 de marzo las tiendas y mercados deberán cerrar dos domingos al mes. En 2019 podrán abrir solo un domingo y desde 2020 ya no podrán hacerlo ningún domingo.
Sin embargo la ley tiene varias excepciones que incluyen a algunas tiendas pequeñas, panaderías, gasolineras, florerías, tiendas en hoteles y eventos artísticos.
Según AP, el Presidente Duda dijo que la norma permitirá a los niños estar con sus padres y darles a los empleados de las tiendas el tiempo libre que necesitan.
Es posible que las cadenas de supermercados protesten por la medida promovida por el gobierno y el sindicato Solidaridad –cuyo líder histórico fue el ex Presidente Lech Walesa–, ya que las principales ganancias las obtienen los fines de semana.
El presidente de Polonia dijo que con la medida busca “restablecer la normalidad”. Añadió que esta política estará en línea con leyes similares de otros países de la Unión Europea como Alemania y Austria.
“Allí donde hay trabajadores del comercio, el domingo debería ser un día libre para permitirles pasar un tiempo con sus familias”, agregó.
En agosto de 2015, en una de sus habituales catequesis, el Papa Francisco afirmó que “el tiempo del reposo, sobre todo el dominical, está destinado a nosotros para que podamos gozar de aquello que no se produce y no se consume, no se compra y no se vende”.
“Por el contrario, vemos que la ideología de la ganancia y del consumo quiere devorar también la fiesta: y también esta a veces se reduce a un ‘negocio’, un modo para ganar dinero y gastarlo. Pero ¿es para eso que trabajamos?”, cuestionó el Santo Padre.
Francisco también resaltó que “el tiempo de la fiesta es sagrado porque Dios habita en modo especial. La Eucaristía dominical lleva a la fiesta toda la gracia de Jesucristo: su presencia, su amor, su sacrificio, su hacerse comunidad, su estar con nosotros”.
De ese modo, subrayó el Papa, “cada realidad recibe su sentido pleno: el trabajo, la familia, las alegrías y los cansancios de cada día, también el sufrimiento y la muerte; todo se transfigura por la gracia de Cristo”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 18 de enero de 2017
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