El Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa, afirmó que el adelanto de elecciones convocadas por el Gobierno de Venezuela es una medida “totalmente abusiva e irregular”.
En una nota del Arzobispado de Caracas enviada a ACI Prensa, el Cardenal señaló que el adelanto de los comicios, anunciados para el domingo 22 de abril, es “una convocatoria adelantada y ventajista, totalmente abusiva e irregular por lo demás”.
Indicó que es “un atropello a los derechos políticos de los venezolanos”, ya que solo hay tres meses entre la convocatoria y la fecha de los comicios; y estos serán organizados por el mismo Consejo Nacional Electoral (CNE) parcializado con el Gobierno, y en desventaja para los partidos de oposición.
Las elecciones en el país suelen realizarse en diciembre; sin embargo, la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) emitió el 23 de enero un decreto para adelantarlas.
Tras la aprobación del decreto, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro solicitó al “Poder Electoral que fije la fecha más cercana para salir de esto, ganar las elecciones y empezar a hacer una gran revolución necesaria del 2018. Vamos a salir de esto de una buena vez”.
Maduro dijo que las elecciones se harán con la oposición o sin ella. Días después se anunció que los comicios serán el 22 de abril.
El Arzobispo de Caracas también respaldó al sacerdote jesuita José Luis Ugalde, que en un reciente artículo manifestó su rechazo a las “elecciones manipuladas” y exigió condiciones de justicia, equidad y libertad para los electores y los candidatos. El sacerdote además agradeció la solidaridad de los países que piden promover la democracia en Venezuela.
El adelanto de las elecciones también fue rechazado por la oposición venezolana y el llamado Grupo de Lima, que reúne a representantes de 14 países de América.
En la nota difundida por el Arzobispado de Caracas, el Cardenal Urosa también expresó su preocupación por “el endurecimiento del Gobierno en la aplicación del cerco antidemocrático a la disidencia, a la libertad de opinión, a la oposición política”.
Asimismo, se refirió a la “ejecución sumaria, totalmente ilegal y anticonstitucional” de Oscar Pérez, el policía y piloto que se rebeló contra el Gobierno el año pasado, cuando atacó desde un helicóptero edificios gubernamentales.
Luego de esto, fue buscado por el régimen y un grupo de militares lo ultimó el 15 de enero junto a otras personas, cuando ya Pérez se había rendido y negociaba su entrega.
La Comisión de Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) denunció esta masacre.
Acoso a obispos y sacerdotes
El Arzobispo de Caracas también denunció que actualmente “se está dando una nueva oleada de ataques a la libertad de expresión y a los derechos de los eclesiásticos”.
El mismo 15 de enero Maduro “atacó injustificadamente” al Arzobispo de Barquisimeto, Mons. Antonio López; y a Mons. Víctor Hugo Basabe, Obispo de San Felipe. Los acusó de incitar al odio en sus homilías. “Algo totalmente falso, pues ellos simplemente reflejaron en sus homilías la situación de dolor y sufrimiento del pueblo venezolano”, expresó el Cardenal Urosa.
También “se ha intentado amedrentar a los Obispos de Caracas al convocar a una reunión en el Ministerio de Relaciones Interiores al Obispo. Mons. Tulio Ramírez Padilla, junto con el P. Miguel Acevedo, excelente y prudente sacerdote, párroco de la iglesia de Candelaria”, indicó.
En la reunión, refirió el Purpurado venezolano, “se acusó injustamente al P. Acevedo de algo falso: haber agredido a una señora que había entrado en la iglesia protestando contra sus palabras en la homilía. El P. Acevedo no respondió a los ataques y tampoco se acercó a la mujer”.
“Los sacerdotes –expresó el Arzobispo– no participamos en la diatriba partidista, pero sí defendemos y defenderemos los derechos del pueblo, con el debido respeto a las autoridades, y sin incitar a la violencia o a la rebelión política”.
Para concluir, el Primado de Venezuela instó al Gobierno a resolver “la pésima situación económica de paralización del transporte, de inflación desbocada, de precios por las nubes, de hambre y carencia de medicinas”.
“En vez de seguir avanzando en la toma absoluta del poder, debería ocuparse de que en los hospitales no mueran los bebés, y que no haya niños desnutridos, ni gente que muera por comer yuca amarga”, finalizó.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 26 de enero de 2018
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