MADRID, 18 Oct. 16 / 08:15 pm (ACI).- La figura de la Santa María de las Maravillas Pidal y Chico de Guzmán se acerca más a los lectores a través de una semblanza que su sobrino nieto ha realizado en el libro “La Madre Maravillas, del palacio al convento. Recuerdos y anécdotas de una vida”.
Álvaro Marañon, familiar de Santa Maravillas de Jesús, religiosa carmelita española, explicó a ACI Prensa que con este libro pretende realizar una “semblanza, distinta y cercana de una religiosa única que además es mi familiar”.
A través de una investigación histórica y familiar, Marañón recorre la vida de esta gran santa y de sus 11 fundaciones en toda España y en la India.
Marañón apunta que la Madre Maravillas “desde que era pequeña tenía muy clara su vocación a la vida religiosa. En esa época era preceptivo el consentimiento familiar y pese a tener alguna resistencia, superó todas las dificultades hasta que finalmente pudo profesar los votos y dedicarse por entero a la oración y a través de ella, al servicio a los demás”.
“La conocí y la visité en varios conventos que fundó, siempre siguiendo las limitaciones de la clausura, pero la traté bastante hasta su muerte en 1974”, asegura el autor del libro que además resalta “el gran sentido del humor y el carácter familiar y simpático” que tenía la santa española.
Marañón destaca que el convento en el Cerro de los Ángeles en Madrid (España), es sin duda, el más especial. “Quizás porque era el primero y por eso puede que sea el más querido. Ella tenía una gran capacidad emprendedora y habría tenido éxito en cualquier empresa que hubiera emprendido en la vida. Entre los conventos que fundó había una red de ayudas y de comunicación y este en Madrid era el centro de esa red”, indica a ACI Prensa.
La Madre Maravillas fue canonizada durante la visita de San Juan Pablo II a España en el año 2003, pero según declara su sobrino nieto, para él fue mucho más “impactante” su beatificación en el Vaticano en 1998.
“Poder ver en vida como canonizan a un familiar tan cercano es algo excepcional. Recuerdo especialmente cuando San Juan Pablo II pronunció su nombre en la beatificación en el Vaticano, ver el tapiz con su imagen y el silencio que había cuando la nombró beata fue realmente impactante”.
Ahora la devoción a la Madre Maravillas se ha extendido a los cinco continentes y destacan países tan lejanos de España como el Congo o Nigeria, Cuba o Paraguay, y por supuesto la India “donde ella fundó un convento que después ha dado lugar a otros muchos más. Es una devoción que abarca a toda la Iglesia universal”.
Esta santa solía repetir: “Lo que Dios quiera, como Dios quiera, cuando Dios quiera”. Su fiesta se celebra el 11 de diciembre. Así como Santa Teresa de Jesús, fundó varios carmelos.
Desde pequeña sintió una llamada a consagrarse al Señor en virginidad. En su adolescencia y juventud realizó muchas obras de caridad a los más necesitados.
Le gustaba leer mucho las obras de Santa Teresa de Jesús y de San Juan de la Cruz. Es así que ingresó a las Carmelitas Descalzas de El Escorial (Madrid) en 1919 y recibió el nombre de Maravillas de Jesús.
En 1923 recibió la inspiración de fundar un carmelo en el Cerro de los Ángeles, en el centro geográfico de España, donde se había elevado un monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Con ayuda del Obispo de Madrid-Alcalá se pudo llevar adelante esta obra. Hizo su profesión solemne y en 1926 se inauguró el convento, siendo ella priora de la comunidad.
Irradiaba paz, dulzura en sus palabras y gestos. Fue una gran mística y tenía la capacidad de contagiar el amor de Dios. Partió a la Casa del Padre un 11 de diciembre de 1974. Sus últimas palabras fueron: “¡Qué felicidad morir carmelita!”
San Juan Pablo II la canonizó en el 2003 y sus reliquias permanecen en la Iglesia del Carmelo de La Aldehuela.
Más información sobre el libro “La Madre maravillas, del palacio al convento. Recuerdos y anécdotas de una vida”, en los siguientes enlaces:
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— ACI Prensa (@aciprensa) 13 de octubre de 2016
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