Una delegación de prelados de distintas confesiones cristianas vista el Centro de Detención de Dilley en Texas
Ciudad del Vaticano, 30 de marzo de 2015 (Zenit.org) Redacción | 0 hits
Una delegación de obispos católicos, evangélicos y luteranos de Estados Unidos visitó a madres jóvenes y niños que han huido de la violencia en sus países de origen y que ahora están arrestados en el Centro de Detención de Dilley en Texas, el pasado 27 de marzo. Los líderes religiosos han pedido al gobierno federal detener la práctica de detenciones de familias, citando los efectos nocivos sobre las madres y los niños, tal y como se indica en una nota publicada en la página web de la Conferencia de Obispos de Estados Unidos (USCCB).
“Después de esta visita, mi pregunta principal es: ¿Por qué? ¿Por qué se sienten obligados a detener a estos individuos vulnerables, madres jóvenes y traumatizadas que con sus niños han huido de la persecución en sus países de origen?” Se lo pregunta monseñor Garcia-Siller, obispo de San Antonio (Texas) tras la visita realizada al Centro de Detención de Dilley.
Asimismo asegura que “una gran nación como la nuestra no necesita encarcelar a los más vulnerables como forma de disuasión. El carácter moral de una sociedad se juzga por como trata a los más vulnerables. Nuestra política de detención familiar es vergonzosa y ruego a los funcionarios electos que le pongan fin a esta práctica”.
Por su parte, monseñor Eusebio Elizondo, presidente de la comisión para las migraciones de la USCCB, ha indicado tras la visita: “La política de detención de la familia no sirve para nada y debilita el debido proceso. Se daña especialmente a los niños, que sufren un daño emocional y psicológico por la detención. Esta política es una mancha en el historial de la política americana en materia de inmigración”.
Según monseñor James Tamayo, obispo de Laredo, Texas, y parte de la delegación de la visita “existen alternativas a la detención: acciones humanitarias que pueden ser utilizadas en favor de las personas involucradas”. La Iglesia --ha afirmado-- está dispuesta a ayudar en este esfuerzo.
Desde el verano pasado, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha detenido a cientos de familias en los centros de detención en Nuevo México, Texas y Pensilvania, bajo una nueva política de detención familiar dirigido a familias que huyen de la violencia en América Central. (HSM)
(30 de marzo de 2015) © Innovative Media Inc.
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