“Apelo a ustedes, que representan a la mayoría moderada de musulmanes donde quiera que estén, nuestra actual tragedia”, expresó en su discurso dado en la reunión realizada en Viena (Austria), del Centro Internacional del Rey Abdullah Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural (KAICIID).
“Quisiera expresarles mi dolor y el dolor de sus hermanos y hermanas cristianos”, indicó, “apelando a su conciencia y buena voluntad de hacer algo por la liberación de sus pueblos, la recuperación de sus propiedades y restitución de sus derechos. En consecuencia, solicito un drástico cambio porque es su responsabilidad encontrar una respuesta, la cual tiene que venir de ustedes y no desde una fuerza externa”.
“Compartiendo la misma sensibilidad humana, creo, fueron igualmente sorprendidos como nosotros con los actos bárbaros que arrasaron con los pueblos de Mosul y de la llanura del Nínive contra los cristianos, yazidis y otras minorías”, indicó.
En ese sentido, recordó que “hay una ley superior de amor y misericordia grabada en el corazón del ser humano. Esta ley superior demanda compasión y caridad con cada padre indefenso con un bebé hambriento en brazos y misericordia para cada prójimo con dolor”.
“Por tanto, los crímenes cometidos por el ISIS contra esos civiles indefensos demuestran una teoría o ley absurda que no está basado en absoluto en alguna ley humana, excepto en una ley bárbara”, expresó.
Mons. Sako también denunció la destrucción de iglesias, quema de documentos antiguos, así como la venta de mujeres en los mercados de esclavos “como si fueran basura”. “Esto me recuerda al monstruo que menciona el Apocalipsis”.
“De hecho, estos actos bárbaros, que serán siempre una mancha en la historia de la humanidad, son promovidos por organizaciones e ideologías paralelas al nazismo y otras filosofías políticas totalitarias. La historia humana, sin embargo, nunca tendrá piedad con aquellos que planearon e implementaron estos actos viciosos, que amenazan la existencia de los cristianos, nativos de estas tierras. A diferencia de los nazis y otras ideologías mortales del siglo XX, el ISIS reclama hacer todo esto en el nombre del Islam”, expresó.
En ese sentido, Mons. Sako dijo que es “chocante la insuficiencia de la comunidad islámica que solo denunció estos actos con timidez y declaraciones inútiles, mostrando la ausencia de un verdadero papel en el aumento de la toma de conciencia del público acerca del inminente peligro del ISIS en el nombre de la religión”.
El Patriarca recordó la contribución de los cristianos en la cultura árabe y advirtió que el Estado Islámico no es menos peligroso para los musulmanes. “Los árabes deben presentar una posición unificada con un voto contra el extremismo. Esta coalición árabe unida debe asegurar una solución pacífica. “El extremismo está en todos lados”, advirtió.
En ese sentido, exhortó a los eruditos religiosos a rechazar los argumentos del ISIS con jurisprudencia, “denunciar sus prácticas atroces” y señalar que sus ideas son un “azote” para la humanidad.
“Las instituciones educativas y religiosas deberían comenzar inculcando toda cultura abierta y moderada que respete la diversidad y ofrezca una imagen objetiva sobre las diferentes personas, caracterizada por el respeto y la creencia” de que todos tienen el mismo derecho a vivir en libertad y con dignidad. “Tenemos gran confianza en que se movilizarán antes que sea demasiado tarde para prevenir que este tsunami golpee una nueva área”, indicó.
Finalmente, el Patriarca católico-caldeo dijo que esperan el día “que los musulmanes anuncien oficialmente a ellos mismos a quienes son perseguidos que atacar a personas inocentes, musulmanes o cristianos, creyentes o no, va contra la religión y contra Dios Todopoderoso, quien es el único que juzgará a todos los seres humanos y los recompensará con justicia”.
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