Así, en el año que termina fallecieron de forma violenta 17 sacerdotes, un religioso, seis religiosas, un seminarista y un laico. Por continentes, el total se reparte en 14 agentes asesinados en América (12 sacerdotes, un religioso, un seminarista); en África fueron asesinados dos sacerdotes y cinco religiosas). En Asia murieron violentamente un sacerdote y una religiosa; en Oceanía fueron asesinados un sacerdote y un laico. En Europa fue asesinado un sacerdote.
Además, se debe mencionar a los agentes pastorales muertos a causa de la epidemia del ébola en África occidental, donde las estructuras católicas, y no sólo las sanitarias, se movilizaron desde el primer brote.
Así, los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios perdieron en Liberia y Sierra Leona cuatro hermanos, una hermana y trece empleados de los hospitales en Monrovia y Lunsar, al haber contraído el virus en su generoso compromiso de cuidar a los enfermos. “Nuestros hermanos dieron su vida por los demás, como Cristo, hasta el punto de morir infectados por esta epidemia”, escribió fray Jesús Etayo, prior general.
Como sucede desde hace algún tiempo, la lista de Fides no trata sólo de los misioneros ad gentes en sentido estricto, sino de todos los agentes pastorales asesinados de forma violenta. No se utiliza el término “mártires”, sino en su sentido etimológico de “testigos” para no entrar en el juicio que la Iglesia podrá dar a algunos de ellos, y también por las pocas noticias que se consigue recoger sobre su vida y las circunstancias de la muerte.
Durante el año que termina también fueron condenados los autores intelectuales del homicidio del Obispo de La Rioja (Argentina), Mons. Enrique Angelelli, cuya muerte hace 38 años se intentó presentar como un accidente de tránsito. También fueron condenados los mandantes y los ejecutores del asesinato de Mons. Luigi Locati, Vicario Apostólico de Isiolo (Kenia), asesinado en 2005. Además se arrestó a los responsables de la muerte del rector del seminario de Bangalore (India), P. Thomas, asesinado en 2013.
Sin embargo, continúan desaparecidos los tres sacerdotes congoleños Agustinos de la Asunción, secuestrados en Kivu del Norte (República Democrática del Congo) en octubre de 2012, el jesuita italiano P. Paolo Dall'Oglio, secuestrado en Siria en 2013, y el P. Alexis Prem Kumar, secuestrado el 2 de junio en Herat, (Afganistán).
Fides indicó que a las listas provisionales elaborados anualmente “siempre hay que añadir la larga lista de muchos, de los cuales tal vez nunca se tendrá noticia o de quienes no se sabe el nombre, que en todos los rincones del planeta sufren y pagan con la vida su fe en Jesucristo”.
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