Este miércoles 24 de febrero el Papa Francisco no presidió la tradicional audiencia general en el Vaticano en la cual imparte su catequesis semanal.
El motivo fue porque el Santo Padre está realizando esta semana sus ejercicios espirituales de Cuaresma en la Casa Santa Marta, por lo que canceló todos sus compromisos, incluida la audiencia general de hoy, hasta el próximo viernes por la mañana, cuando asistirá a la primera meditación de Cuaresma que predicará el Cardenal Raniero Cantalamessa.
Se trata de la primera vez, desde el inicio del Pontificado, que los superiores de la Curia Romana no pudieron realizar juntos fuera de Roma los tradicionales ejercicios espirituales de Cuaresma debido a las medidas cautelares causadas por el COVID-19.
Sin embargo, el Santo Padre invitó a los cardenales residentes en Roma, a los jefes de los dicasterios vaticanos y a los superiores de la Curia Romana a realizar este retiro anual de Cuaresma “personalmente, retirándose en oración, desde la tarde del domingo 21 al viernes 26 de febrero”.
Y para ello, el Pontífice regaló un libro escrito por un monje del siglo XVII para que pudiera ayudarles a realizar personalmente estos días de retiro. Se trata del libro “Abbi a cuore il Signore” (“Ten al Señor en el corazón”) escrito por un monje cisterciense anónimo.
El volumen fue enviado junto a una breve carta del Papa en la que invitó a cada uno a realizar los ejercicios espirituales en donde les sea más conveniente.
“Este año no tendremos la gracia de poder contar con un predicador de ejercicios” porque “la actual situación impide la aglomeración de personas, por lo que no podremos ir juntos a la casa de ejercicios”, escribió el Santo Padre.
Finalmente, el Papa dijo estar seguro de que el libro “nos ayudará a todos en la vida espiritual”.
Desde 2014, la Curia Romana ha realizado los ejercicios espirituales de Cuaresma fuera del Vaticano y se han trasladado a la “Casa del Divino Maestro” que se localiza en la localidad de Ariccia a 45 km de Roma.
La "Casa Divino Maestro" es propiedad de la Congregación de la Sociedad de San Pablo. Es un sitio reservado y silencioso que permite dedicarse con mayor recogimiento a los ejercicios espirituales.
En 2020, el Santo Padre anunció al último momento que no asistiría a los ejercicios espirituales con la Curia Romana debido a un resfriado y realizó solo en el Vaticano esos días de retiro de Cuaresma.
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