En su discurso ante el Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, este lunes 8 de febrero en el Vaticano, el Papa Francisco destacó la importancia de la reforma de la Curia Romana que lleva adelante y dijo que los estados no deben tener miedo a estos procesos.
En concreto, el Santo Padre puso como ejemplo las reformas impulsadas durante su Pontificado que afectan a la Santa Sede y a la Curia Romana.
En su discurso, el Papa afirmó que “uno de los signos de la crisis de la política es justamente la reticencia que a menudo se verifica para iniciar procesos de reforma. No hay que tener miedo a las reformas, incluso si exigen sacrificios y no pocas veces un cambio de mentalidad. Todo cuerpo vivo necesita reformarse continuamente y en esta perspectiva se encuentran también las reformas que implican a la Santa Sede y la Curia Romana”.
Las reformas de la Santa Sede y de la Curia Romana a las que se refirió el Pontífice afectan tanto a la organización como al funcionamiento de las estructuras vaticanas. De forma particular, destacan las reformas impulsadas en los últimos años para mejorar la eficacia y transparencia de las finanzas vaticanas y para erradicar la corrupción económica en las estructuras de la Santa Sede.
La reforma de la Curia Romana se plasmará en la próxima Constitución Apostólica que está elaborando el Papa Francisco con el asesoramiento del Consejo de Cardenales, que se reunió por última vez el pasado mes de octubre.
El Consejo de Cardenales trabaja junto con el Pontífice en la Reforma de la Curia y en la elaboración de la nueva Constitución Apostólica desde octubre de 2013, en que se reunió por primera vez en Roma.
En aquella ocasión, el Papa afirmó ante los Cardenales que “la reforma ya está en marcha, también en algunos aspectos administrativos y económicos”.
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