De cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se realizarán el 28 de octubre en Brasil, la Conferencia Nacional de Obispos Católicos (CNBB) publicó un comunicado en conjunto con otras organizaciones para rechazar la reciente violencia y afirmar que “no hay desarrollo sin justicia y paz social”.
Los candidatos para la segunda vuelta son Jair Bolsonaro, por el Partido Social Liberal (PSL), y Fernando Haddad, por el Partido de los Trabajadores (PT).
El texto fue difundido el 19 de octubre y está firmado por el secretario general de la CNBB, Mons. Leonardo Ulrich Steiner; por la presidenta de la Federación Nacional de Periodistas (Fenaj), María José Braga; el presidente del Sindicato Nacional de Auditores Fiscales de Trabajo (Sinait), Carlos Fernando da Silva Filho; la presidenta de la Asociación Brasileña de Abogados Laboralistas, Alessandra Camarano Martins; y el presidente de la Asociación Nacional de Procuradores del Trabajo, Angelo Fabiano Farias da Costa.
Los firmantes se pronunciaron debido a “los inquietantes episodios producidos en los últimos días, en las calles y en las redes sociales, con ocasión del proceso electoral, de agresiones verbales y físicas –algunas mortales– en detrimento de individuos, minorías y grupos sociales”.
En ese sentido, expresaron su “repudio a toda manifestación de odio, violencia, intolerancia, prejuicio y desprecio a los derechos humanos, asaltados bajo cualquier pretexto que sea, contra individuos o grupos sociales, así como a cualquier incitación política, propuesta legislativa o de gobierno que venga a tolerarlas o alentarlas”.
“Reiteramos la imperiosa necesidad de preservar un ambiente sociopolítico genuinamente ético, democrático, de diálogo, con libertad de prensa, libre de restricciones y autoritarios, de corrupción endémica”, prosiguieron.
También condenaron “la divulgación de falsas noticias como vehículo de manipulación electoral” y pidieron “que se garantice el libre debate de ideas y de concepciones políticas divergentes”.
Además, exhortaron a defender “los derechos fundamentales sociales, incluso los laborales, y la imprescindibilidad de las instituciones que los preservan”.
Los firmantes recordando que “no hay desarrollo sin justicia y paz social, como no hay una buena gobernabilidad sin coherencia constitucional. Tampoco puede haber un estado democrático de derecho sin un estado social con libertades públicas”.
Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en ACI Digital.
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