BARCELONA, 02 Oct. 17 / 12:20 pm (ACI).- Diversos obispos españoles han expresado su opinión tras el accidentado fin de semana en el que Cataluña realizó un referéndum independentista pese a que fue declarado ilegal por el Tribunal Constitucional, lo que motivó la represión de la Guardia Civil en distintos lugares de votación lo que dejó como saldo más de 700 heridos.
El referéndum se realizó a pesar de la suspensión sentenciada por el Tribunal Constitucional, por lo que, en cumplimiento de la sentencia judicial, la Policía Nacional y la Guardia Civil cerró varios centros de votación ante la inacción de la policía regional.
El Obispo de Solsona, Mons. Xavier Novell, condenó en un comunicado difundido en el sitio web de su diócesis la acción policial del domingo 1 de octubre en Barcelona y otros lugares de Cataluña para impedir el referéndum.
Mons. Novell condenó “todos los actos violentos que se han producido, especialmente aquellos cometidos por los ‘servidores públicos’”. También se refiere a la policía española como “guerrilla policial” y señala que admira “la valentía y la resistencia pacífica de aquellos que querían defender el ejercicio legítimo del derecho a la autodeterminación de nuestro pueblo”, en referencia a los ciudadanos que ocuparon ilegalmente los colegios para establecer en ellos centros de votación.
Por su parte, el Arzobispo de Tarragona, Mons. Jaume Pujol, también criticó la acción de la policía española mediante un mensaje publicado en su perfil de la red social Twitter: “La situación de violencia que se ha vivido hoy en Cataluña es deplorable. Es necesario que se detenga ya la violencia y los enfrentamientos”. En un mensaje posterior, Mons. Pujol pidió “una salida pacífica y democrática”.
El Arzobispo de Barcelona, Cardenal Juan José Omella, también difundió el mismo mensaje que el Arzobispo de Tarragona pidiendo una salida pacífica y deplorando las acciones de la policía: “La situación de violencia que se vive hoy en CAT es deplorable. Hay que encontrar una salida pacífica y democrática”.
Por otro lado, los gestores de la Basílica de la Sagrada Familia afirmaron, en declaraciones recogidas por el digital eldiario.es que secundarán la huelga convocada por los sindicatos y partidos independentistas para este martes 3 de octubre para protestar por la acción de la policía.
Asimismo, unos 400 párrocos catalanes difundieron días antes de la votación una carta en la que señalaron que “basándonos en los principios de la Iglesia, el Estado está vulnerando derechos humanos fundamentales. El origen de todo no es la ‘sagrada’ Constitución española, también existe una Doctrina Social de la Iglesia que antepone a cualquier ley la dignidad de las personas, tanto a nivel individual como colectivo”.
De otro lado, varios obispos españoles han animado a la unidad del país.
El Obispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, afirmó en una entrevista concedida al diario La Nueva España que no se puede romper la Constitución “de modo unilateral, cizañarlo todo con la insidia que enfrenta y divide, falsear con la mentira todas sus alternativas trucadas, engañar con vileza a un pueblo para hacerle cómplice de una inconfesada deriva, todo eso no sólo atenta contra el Estado de derecho, no sólo mina la convivencia a tantos niveles, desde el más elemental y doméstico, como son las familias, sino que es profundamente inmoral”.
El Prelado denunció la utilización de la educación por parte de los políticos nacionalistas de Cataluña para sus fines políticos.
“Esto que está sucediendo ahora –aseguró– se empezó a trabajar hace años a través de una educación que tenía este cometido: utilizar la inocencia y vulnerabilidad, la maleabilidad, de niños y jóvenes para que ahora pudieran dar esa batalla”.
Asimismo, señaló que el independentismo “no es un pecado, es una opción política. Pero si eso lo defiendes con mentiras, con violencia, con insidia, con corrupción, con malversación, eso es lo inmoral, eso sí es pecado”.
El Obispo de Córdoba, Mons. Demetrio Fernández, advirtió que “la patria está en peligro” y aseguró que la situación de crisis territorial que padece España es producto del “deterioro de la vidamoral y un querer echar a Dios, quitarlo del medio. Las consecuencias son éstas y otras que no se ven, pero a la larga se sufren y se padecen”.
El Arzobispo de Valencia, Cardenal Antonio Cañizares, aseguró que la unidad de España “es un bien común irrenunciable”, y llamó a una jornada de oración a los fieles de la Diócesis de Valencia “por la superación de todo odio, la consolidación de una verdadera convivencia en paz de los españoles, el fortalecimiento de mantenernos en el seguimiento por parte de todos, de los caminos conducentes a la paz social y al bien común sobre la base de la justicia, la sensatez y el respeto a un orden constitucional”.
Precisamente, en un comunicado emitido por la Conferencia Episcopal Española (CEE) el 27 de septiembre, los obispos alentaron al diálogo para superar la difícil situación que se vive en Cataluña y solicitaron evitar “decisiones y actuaciones irreversibles y de graves consecuencias”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 27 de septiembre de 2017
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