VATICANO, 30 Sep. 13 / 09:37 am (ACI/EWTN Noticias ).- El Papa Francisco recibió este mediodía (hora local) a los participantes en el Encuentro organizado por la Comunidad de San Egidio que reúne a gentes y religiones diferentes bajo el título "El valor de la esperanza". En su discurso el Santo Padre destacó que no existe justificación religiosa para la violencia.
El Papa agradeció al profesor Andrea Riccardi de San Egidio, por su labor desde el encuentro por la paz de 1986 en Asís con el Beato Juan Pablo II: "precisamente en los últimos meses, sentimos que el mundo necesita el ‘espíritu’ que animó aquel encuentro histórico. ¿Por qué? ¿Por qué tiene tanta necesidad de paz. ¡No! Nunca podemos resignarnos al dolor de pueblos enteros, rehenes de la guerra, de la pobreza, de la explotación".
"No podemos quedar indiferentes e impotentes frente a la tragedia de niños, familias y ancianos golpeados por la violencia. No podemos permitir que el terrorismo ahogue el corazón de unos pocos violentos para sembrar dolor y muerte a tanta gente. Con fuerza todos decimos que no puede haber ninguna justificación religiosa a la violencia, cualquiera que sea la forma con que se manifieste".
"¿Qué podemos hacer?" se preguntó el Papa: "tener el valor del diálogo, que da esperanza" en un mundo y en una sociedad donde hay poca paz porque falta el diálogo.
"Para la paz necesitamos un diálogo tenaz, paciente, fuerte, inteligente, con el que nada se pierde. El diálogo puede ganar la guerra. El diálogo hace convivir personas de distintas generaciones, que a menudo se ignoran; hace convivir ciudadanos de diferentes orígenes étnicos, de diferentes creencias. El diálogo es el camino de la paz".
El Santo Padre insistió que los líderes religiosos están llamados a ser verdaderos dialogantes para actuar en la construcción de la paz no como intermediarios, sino como auténticos mediadores.
"Los intermediarios intentan hacer descuentos a todas las partes, con el fin de obtener un beneficio para sí mismos. El mediador, en cambio, es el que no se queda con nada para sí mismo, sino que se entrega generosamente, hasta el final, sabiendo que la única ganancia es la de la paz".
"¡Cada uno de nosotros está llamado a ser un artesano de la paz, uniendo no dividiendo; extinguiendo el odio y no conservándolo; abriendo los canales del diálogo y no erigiendo nuevos muros! Dialogar, encontrarse para establecer en el mundo la cultura del diálogo, la cultura del encuentro", concluyó.
Etiquetas: cristianos perseguidos, violencia, Diálogo Interreligioso, Papa Francisco
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