El International Human Rights Group ha lanzado una campaña de firmas a través de CitizenGo para pedir al Secretario General de la OEA, Luis Almagro, que se haga respetar el derecho a la libertad religiosa, frente a los continuos ataques a la Iglesia en diferentes países de Latinoamérica.
La organización global de defensa legal señala en la convocatoria que se está viviendo una ola de ataques religiosos en toda Latinoamérica, resaltando el caso de Chile, Nicaragua, México, Argentina y Colombia.
En la campaña, la organización detalla que en Chile se “han quemado iglesias y se han vandalizado templos”, mientras las personas gritan “hermoso”. En Nicaragua, “el mismo gobierno ha impedido acceder a los servicios religiosos”.
Además, en México, las feministas “han vandalizado templos e iglesias”. El grupo señala que en este país uno de los oficios de mayor riesgo es el sacerdocio, siendo ya 27 sacerdotes asesinados en siete años.
Además recuerda los ataques que en Argentina suelen hacer las llamadas Mujeres Autoconvocadas contra iglesias e imágenes religiosas. “En Colombia la izquierda radical ha tratado de arremeter contra los templos”, añade.
La organización indicó que “parece que los ataques a la libertad religiosa se han convertido en una moda”, y agrega que lo más preocupante es que todo “ocurre en países que tienen firmada la Convención Americana de Derechos Humanos”.
Esta convención detalla en su artículo 12 que “toda persona tiene derecho a la libertad de conciencia y de religión”, que implica la libertad de conservar sus creencias “o de cambiar de religión o de creencias, así como la libertad de profesar y divulgar su religión o sus creencias, individual o colectivamente, tanto en público como en privado”.
“Nadie puede ser objeto de medidas restrictivas que puedan menoscabar la libertad de conservar su religión o sus creencias o de cambiar de religión o de creencias”, señala la organización.
Entre los argumentos añaden que “la libertad de manifestar la propia religión y las propias creencias está sujeta únicamente a las limitaciones prescritas por la ley y que sean necesarias para proteger la seguridad, el orden, la salud o la moral públicos o los derechos o libertades de los demás”.
Finalmente señalan que “los padres, y en su caso los tutores, tienen derecho a que sus hijos o pupilos reciban la educación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”.
La convocatoria que ya tiene más de 29 mil firmas, y busca alcanzar las 50 mil, para poder evidenciar los ataques religiosos que se vienen realizando en Latinoamérica y lograr que la OEA actúe frente a este ataque a los derechos humanos.
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