El 5 de febrero, el Obispo de Eichstätt, Mons. Gregor Maria Hanke, dio a conocer que acusó formalmente ante las autoridades a dos individuos que ya han sido arrestados por la policía.
Los nombres de los acusados en este caso no fueron revelados porque así lo exige la ley alemana.
El Prelado explicó que su diócesis “se aúna a los esfuerzos por una investigación exhaustiva y, de ser necesario, que se dé el castigo por parte de las autoridades gubernamentales”.
El Obispo dijo además que de esta “dolorosa lección” no solo se debe aprender sino que se debe tomar medidas concretas, como ya lo está haciendo.
En conferencia de prensa el 6 de febrero, el abogado de la diócesis, Ulrich Wastl, explicó que el dinero se habría usado en proyectos inmobiliarios en los estados de Texas y Florida.
“La diócesis es una víctima y no una perpetradora” en este caso, explicó Wastl.
El abogado también explicó que el dinero utilizado en estos movimientos corresponde aproximadamente a un sexto de las inversiones totales de la diócesis.
Entre marzo de 2014 y mayo de 2016, los sospechosos habrían realizado 31 transacciones por alrededor de 48,2 millones de euros, que equivalen a unos 60 millones de dólares.
El representante legal de la diócesis explicó que también trabaja con una firma legal en Estados Unidos para “asegurar en cuanto sea posible” el dinero enviado a este país.
Mons. Hancke dijo que la diócesis descubrió los movimientos económicos irregulares cuando se auditó los estados financieros, como parte de una iniciativa por la transparencia.
Traducido y adaptado por Walter Sánchez Silva. Publicado originalmente por CNA Deutsch
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