BUENOS AIRES, 29 Jul. 17 / 10:59 pm (ACI).- El Obispo de la Diócesis de Río Cuarto en Argentina, Mons. Adolfo Uriona, expresó que la Gracia de Dios que transformará el mundo es sostenida “fundamentalmente desde la oración” que emana de lugares como el Monasterio de la Visitación de Santa María, que acaba de cumplir 25 años de servicio.
El 25 de julio se celebró la Santa Misa por las bodas de plata de la comunidad y Mons. Uriona aseguró que “el cambio en el mundo lo hace la acción de la Gracia de Dios. Evidentemente nos elige como instrumentos y dentro de la Iglesia hay una inmensa variedad de carismas y de trabajos. Pero, lo que en definitiva cambiará la historia, es la Gracia de Dios que se sostiene fundamentalmente desde la oración”.
Dado lo anterior, la presencia de las hermanas en la diócesis “es como una especie de pararrayos, que nos libra justamente de los rayos del mal a través de su acción contemplativa y orante”.
“No todas las diócesis lo tienen y la vida contemplativa es necesario mirarla siempre desde una perspectiva de fe, porque no es fácil de comprender”, agregó.
“La gente se pregunta, ahora que todo se calibra por la efectividad de las cosas de este mundo, por qué las hermanas están ahí encerradas, por qué no salen a dar catequesis o trabajos pastorales. Justamente, esa incomprensión que tiene la vida contemplativa está en relación con la incomprensión que hay a veces del Reino de los Cielos”.
Mons. Uriona dijo que la “acción orante la hacen a través del sufrimiento ofrecido de la rutina cotidiana. No es fácil estar dentro de estos muros, todos los días, con las mismas personas rezando con un horario muy reglado. Todo esto exige de un ofrecimiento por el bien del Pueblo de Dios”.
“Ese ofrecimiento se hace con el misterio de la comunión de los santos y por los méritos de Jesucristo en la Cruz y llega a cada uno de nosotros, a nuestra diócesis, la Iglesia y el mundo entero”.
La celebración de las bodas de plata (25 años) de las Hermanas del Monasterio de la Visitación de Santa María de Río Cuarto, comenzó el 22 de julio con la adoración al Santísimo Sacramento y la Santa Misa diaria.
En cada jornada se pidió por las hermanas fundadoras y las que han fallecido; por los hermanos de la orden; los benefactores, socios y amigos de la comunidad; por el Obispo de Río Cuarto, los sacerdotes y la vida consagrada.
La Madre Superiora de la Orden de la Visitación de Santa María, Hna. Inés de Jesús Ramos explicó a comunicaciones de la diócesis que su carisma salesiano se refleja en una vida “contemplativa enraizada en el Evangelio, en la sencillez y humildad como María lo vivió en su ministerio de la Visitación”, explicó
“La ‘visitanina’ vive esto desde su claustro orando por el mundo y entregándose por las intenciones que le confía la gente y desde el claustro tratamos de sostener a la Iglesia con nuestra oración, con la vivencia propia, desde nuestra espiritualidad, desde el silencio y dar así testimonio de Cristo”.
Asimismo, junto con pedir oración por la construcción de su nuevo monasterio, la religiosa animó a “no temer acercarse” a la vida contemplativa que es muy distinta a como la consideran las personas.
“Se piensa que son mujeres encerradas, que no hacen nada y que están tristes. Eso no es así, somos alegres, vivimos contentas, nos gusta servir al Señor en la vocación que El nos dio y nos gustaría tener más jóvenes que conozcan y vivan felices para el Señor”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 23 de julio de 2017
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