Según informa la agencia vaticana Fides, en Pakistán las apelaciones a la Corte Suprema, que deben presentarse dentro de los 30 días de la sentencia en apelación, se examinan en un promedio de tres años después de registrarlo.
El 16 de octubre, el Tribunal Superior de Lahore, el segundo grado de juicio, desestimó el recurso de Asia Bibi en contra de la condena a la pena de muerte por blasfemia impuesta en 2010.
CSW denuncia la creciente influencia de los grupos extremistas en Pakistán, que a menudo da lugar a la “fabricación de acusaciones de blasfemia, peor también a amenazas y asesinatos de los acusados o de sus abogados e incluso de jueces”.
“Asia Bibi ha sido objeto de duras condiciones de vida en estos casi cinco años de detención en el corredor de la muerte, la mayoría en régimen de aislamiento. Su salud se ha deteriorado y también sufre severas restricciones del régimen de visitas. La fecha de la apelación ha sufrido muchos retrasos y ha habido mensajes intimidatorios a los jueces y abogados”, señala CSW.
CSW y otras Ong y fundaciones, como la “Cecil & Iris Chaudhry Foundation”, esperan que “la Corte Suprema de Pakistán haga justicia en esto caso, y prevalga el estado de derecho”. Recientemente la Corte Suprema ha hablado en favor de las minorías religiosas en Pakistán, señalando discriminaciones y violencia contra ellas e invitando al gobierno a crear el “Consejo nacional por los derechos de las minorías”.
Publicar un comentario