“Un dato que ayuda comprender la dimensión del fenómeno es que la segunda fuente de ingresos en Guatemala llega a través de las llamadas remesas, es decir los dólares que mandan los migrantes desde los Estados Unidos y que sostienen las familias en Guatemala”, explicó desde el Vaticano a ACI Prensa.
“Después de la grandes industrias como la de la caña de azúcar, el café, y el turismo, vienen los ingresos por remesas. Eso implica un ingreso para el país, y gente en Estados Unidos que va a trabajar. No se niega que hay delincuentes, en todas partes los hay, pero también hay gente que aunque sea ilegalmente trabaja, aporta a los Estados Unidos, y los ciudadanos norteamericanos los contratan. En muchos casos, y probablemente sean explotados, porque no pagan los impuestos y los salarios son menores”, afirmó.
El Obispo de Verapaz hizo estas declaraciones a la salida de una de las discusiones de los círculos menores, celebrados durante el Sínodo Extraordinario para la Familia del 5 al 19 de octubre en el Vaticano.
Según el prelado, en los Estados Unidos hay una acogida importante de los migrantes en la Iglesia y se “reconoce que los migrantes están ayudando a vitalizar la Iglesia allá”. En este sentido, remarcó, “toda la religiosidad latinoamericana, el sentido de familia y de trabajo que tienen los migrantes es reconocido por la Iglesia en Estados Unidos”.
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