Foto: Ninrouter (CC BY-SA 3.0)
JUBA, 03 Mar. 14 / 11:16 pm (ACI/EWTN Noticias ).- La misionera comboniana, Sor Elena Balatti, narró el drama que se vive en la ciudad de Malakal (Sudán del Sur), que ha quedado prácticamente desierta luego que sus 250 mil habitantes se vieran obligados a huir del lugar por los incendios, saqueos, violaciones y múltiples crímenes cometidos por los rebeldes leales al ex vicepresidente Riek Machar contra las tropas gubernamentales.
“Malakal ha sido atacada en tres ocasiones por las fuerzas rebeldes de Riek Machar: el día de Nochebuena, el 14 de enero y el 18 de febrero. Después de cada ataque, los habitantes abandonaban poco a poco la ciudad. Muchos de ellos se han refugiados en aldeas vecinas, otros se dirigieron al norte del estado, algunos incluso a Sudán”, manifestó al misionera.
Continúo explicando que “un número limitado de personas han encontrado refugio en Juba, la capital, (donde) sólo se puede acceder por vía aérea. Por último, todavía hay 20 mil personas desplazadas acogidas en el campo de la ONU cerca de la ciudad” y los que permanecen en Malakal son pequeños grupos de rebeldes.
Al referirse al drama que sufren las mujeres por la violencia, la hermana Balatti contó a la Agencia Fides que “antes de tomar el avión a Juba me trajeron al hospital de la Cruz Roja una chica de 12 años que formaba parte de un grupo de 9 chiquillas muy jóvenes que habían sido violadas en la iglesia de Cristo Rey”.
Dijo que “por los testimonios de las personas que se habían refugiado en la iglesia, en la tarde del 25 de febrero, los rebeldes entraron tres veces para secuestrar a las 9 chiquillas”.
Resaltó que Malakal está destruida “todavía recuerdo la imagen del mercado de la ciudad con las decoraciones de Navidad, poco antes del ataque del 24 de diciembre.
Ahora ese mercado ya no existe. Todas las instalaciones del gobierno han sido saqueadas e incendiadas”.
Además indicó que “los hombres del llamado Ejército Blanco se introdujeron y atacaron directamente a las iglesias “que habían sobrevivido a ataques anteriores y que servían como lugar de refugio para los habitantes” quienes algunos de ellos también murieron.
Otro los lugares afectados fueron“el hospital y el orfanato” por ser lugares que todavía podían ser saqueados y así “ejercer su venganza”.
Los rebeldes haciendo caso omiso a la firma de los acuerdos de alto al fuego Addis Abeba, “han dicho que pretenden conquistar los campos petroleros del Alto Nilo que son los únicos que todavía funcionan a plena capacidad”,
La ciudad, resaltó la religiosa “está completamente desierta, no hay nadie. Aunque nuestra seguridad estuviese garantizada, quedarse allí habrían sido completamente inútil, porque no hubiéramos tenido a nadie que asistir”.
“Ahora que todos han huido, también nosotros hemos abandonado Malakal con el último grupo de personas, porque no había ninguna razón para quedarse en una ciudad desierta“ y subrayó que su casa fue saqueada, y las únicas tres religiosas combonianas incluyendola “no teníamos un lugar para vivir. Nos quedamos, junto con los sacerdotes locales, mientras una pequeña parte de la población aún permanecía en Malakal”.
Al finalizar la hermana Balatti expresó que “oramos para que se llegue a un acuerdo que ponga fin a la lucha, como un primer paso para la paz”.
Etiquetas: violencia, Sudán, cristianos perseguidos
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