El "Black Friday" es considerado uno de los días de mayor compras y consumo del año, ante esta situación el Cardenal Juan José Omella animó a “reflexionar sobre el consumo” y también dedicar un poco de tiempo a plantearnos un consumo más solidario.
El Arzobispo de Barcelona (España), el Cardenal Juan José Omella, en su carta semanal habló sobre el “Black Friday de los pobres”.
Según explicó, “el inicio del Adviento viene precedido, como ya viene siendo habitual, por un nuevo 'Black Friday', 'Viernes negro'. Hace unos años, casi nadie conocía esta tradición norteamericana; ahora inaugura la temporada de compras navideñas”.
“Miles de personas salen a la calle con un único objetivo: encontrar las mejores ofertas. La locura de ese día es tal, que incluso hay personas que se toman un día de fiesta para poder ir a comprar, ya que no pueden resistirse a las tentadoras ofertas. Empieza la carrera, una auténtica aventura”, señala.
También explica que durante ese día “se registran largas colas de personas en busca de precios irresistibles que llenan calles y centros comerciales. Incluso hay personas que acampan fuera de los comercios para ser los primeros. Todo eso para ahorrar unos euros”.
El Cardenal Omella además precisa en la carta que los compradores “vacían su tarjeta de crédito y llenan bolsas y bolsas de más cosas de las que habían previsto. Llegan a sus casas agotados, pero satisfechos, sin sospechar que algunas tiendas ofrecen productos de menor calidad o de temporadas anteriores. El fin de 'vender a toda costa' justifica los medios”.
Sin embargo, también explica que “mientras unos viven la locura del consumismo, otros salen a la calle buscando otra clase de oportunidades; conseguirlas también será una gran aventura. Les espera un día lleno de emociones, porque no saben dónde ni cómo pueden encontrar lo que necesitan. Es probable que no consigan nada”.
Estos aventureros a los que se refiere el Arzobispo de Barcelona “son los pobres de nuestra sociedad” porque “para ellos, todos los días son Black Fridays, días oscuros, porque a diario tienen que buscarse la vida”.
“Algunos, haga frío o calor, aguantan estoicamente largas colas para ser atendidos o encontrar un plato en un comedor social. Todo para ahorrar unos euros y, si tienen suerte, también pueden encontrar gangas comestibles: yogures a punto de caducar, fruta con mal aspecto… Llegan a sus casas (los que la tienen) agotados, pero también satisfechos de haber conseguido algo. Al día siguiente les espera otra aventura repleta de emociones”, explica.
Por eso el Cardenal subraya que iniciativas como el Black Friday contribuyen a “normalizar un consumo exagerado, a consumir por consumir, no por necesidad, y esa es la tendencia general. El Papa ha cuestionado la economía actual, una economía sin un rostro y sin un objetivo verdaderamente humano, que promueve un consumo extremo”.
También ha recordado las palabras del Papa Francisco en las que denuncia “la cultura del descarte” que considera “al ser humano en sí mismo como un bien de consumo, que se puede usar y luego tirar”.
Estos son los ancianos, pobres, discapacitados o parados de larga duración.
Ante esta situación el Cardenal Omella animó a “reflexionar sobre el consumo. No se trata de renunciar a consumir, sino de comprar lo realmente necesario, de comprar para el que sí lo necesita”, por eso con motivo del inicio del tiempo de Adviento propuso “dedicar un poco de tiempo diario a plantearnos una vida más sostenible, con un consumo más responsable y solidario”.
“Como dijo Santa Teresa de Calcuta: ‘La pobreza no la hizo Dios, la hacemos tú y yo cuando no compartimos lo que tenemos’”, aseguró.
La carta completa se puede leer AQUÍ.
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