El Arzobispo Emérito de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, alentó a que el tiempo de Adviento nos comprometa “a prepararnos en serio para la Navidad y a tener una Navidad cristiana”.
En el programa semanal “Claves para un Mundo Mejor”, emitido por CANAL 9 el 30 de noviembre, Mons. Aguer lamentó que celebrar la Navidad cristianamente se ha vuelto “difícil”, pues “se ha convertido en una fiesta que nadie sabe para qué es y qué se está celebrando”.
“Les aseguro que no exagero, porque hoy hay mucha gente que no sabe por qué celebra el 24 o el 25. Nosotros sí sabemos y por eso tenemos que tratar de prepararnos bien espiritualmente para que, en cada Navidad, Cristo renazca en nosotros otra vez”.
“Él que vive en nosotros que en Navidad nos conceda una gracia de renacimiento, de resurrección espiritual, de una adhesión mayor a Él y a su enseñanza”, señaló.
El Prelado argentino recordó que Adviento, el periodo de cuatro semanas que nos prepara para la Navidad “significa venida, llegada. Es decir estamos preparándonos, nosotros, para celebrar la venida, la llegada, la primera venida de Cristo”.
“En estas cuatro semanas, espiritualmente, nosotros tendríamos que acompañar a la Santísima Virgen María mientras el Verbo de Dios, hecho carne en su seno por obra del Espíritu Santo, iba creciendo hasta el momento del parto virginal en esa Nochebuena que esperamos celebrar”, indicó.
Sin embargo, precisó que el tiempo de Adviento también “nos lleva también a pensar en la segunda venida de Cristo en la cual creemos, en la cual confesamos en el Credo cuando decimos ‘de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos’”.
“Y si ustedes se fijan bien en la Misa van a ver que en las primeras semanas, en el primer período del Adviento, la atención de la Iglesia está centrada en la segunda venida de Cristo al observar que Cristo vendrá, que Cristo volverá”, dijo.
“Luego sí, del 17 al 24 de diciembre, allí sí todos los textos litúrgicos se refieren al Nacimiento, pero al principio del Adviento aparece como el enfoque de la segunda venida de Cristo, como que Cristo está viniendo para juzgar al mundo”.
Mons. Aguer señaló luego que “la semana pasada festejamos a Cristo Rey y el significado de eso es que Cristo glorioso es el Señor de Cielo y Tierra porque a causa de su primera venida, de su Encarnación, de su Muerte y su Resurrección, y a causa de su segunda venida”.
“Nosotros le esperamos desde la gloria para recibir de Él esa sentencia, que esperamos sea benevolente, por la cual nos lleve consigo y nos ponga del lado de las ovejas y no del lado de los cabritos como dice el Evangelio, a la derecha y no a la izquierda, una localización que no tiene ningún sentido político, aclaro, sino que esté en el Evangelio de san Mateo”.
“Decía al principio que Él está presente, en nosotros, por su Palabra y entonces tenemos que conocer la Palabra de Cristo, la enseñanza de Cristo, lo que la Iglesia nos enseña en nombre de Cristo y hacer de eso nuestra vida y que, otra vez, Cristo sea el sentido de nuestra existencia”, señaló.
“¿Y si no lo vivimos así nosotros cómo vamos a hacerlo presente en la sociedad? En una sociedad que, sabemos, se está descristianizando aceleradamente o está ya profundamente descristianizada somos nosotros los que tenemos que dar testimonio de Cristo afirmando nuestra fe. Él ha venido, viene y vendrá”, finalizó.
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