Según informa el diario Avvenire, de los obispos italianos, lo que han hecho los médicos es “manipular genéticamente las células del sistema inmune para hacerlo capaz de reconocer y atacar el tumor”.
Con el tratamiento conocido como terapia génica, los doctores lograron eliminar la leucemia linfoblástica aguda que afectaba al pequeño. Anteriormente ningún otro procedimiento había tenido éxito.
De esta manera el niño es el primer paciente italiano en ser curado con este procedimiento, que en un mes eliminó todas las células cancerígenas de la médula espinal.
La terapia génica
La terapia génica o inmunoterapia consiste en la manipulación de las células del sistema inmune del paciente, y es “una de las estrategias más innovadoras en la investigación contra el cáncer”, señala Avvenire.
Lo que hicieron los especialistas del Hospital del Papa fue tomar los llamados linfocitos T del paciente, las células fundamentales de la respuesta inmunológica, para modificarlas genéticamente a través de un receptor quimérico sintetizado en laboratorio.
Este receptor, llamado CAR (Receptor de Antígeno Quimérico) potencia los linfocitos T y los hace capaces –una vez que son reingresados en el cuerpo del paciente– de reconocer y atacar las células tumorales o cancerígenas presentes en la sangre y en la médula, hasta eliminarlas completamente.
La terapia génica con las células modificadas CAR-T fue experimentada por primera vez con éxito en 2012 en Estados Unidos, con una niña de 7 años que también padecía de leucemia linfoblástica aguda. Los médicos de la Universidad de Pennsylvania en el Children Hospital de Filadelfia estuvieron a cargo del tratamiento.
El tratamiento utilizado por el Hospital del Papa se desarrolló en el lapso de tres años y recibió el patrocinio del Ministerio de Salud, la Región Lazio y la Asociación Italiana para la Investigación contra el Cáncer (AIRC).
Franco Locatelli, director del departamento de Oncohematología Pediátrica, Terapia Celular y Génica, que tuvo a su cargo el tratamiento, explicó que “para este niño no había disponible otra terapia que estuviese en capacidad de determinar una curación definitiva. Cualquier otro tratamiento de quimioterapia habría tenido solo una eficacia transitoria o tal vez solo un valor paliativo”.
“Gracias a la infusión de los linfocitos T modificados, el niño hoy está bien y ha sido dado de alta. Es todavía muy temprano para tener la certeza de la curación, pero el paciente está en remisión: ya no tiene células leucémicas en la médula y eso para nosotros es motivo de gran alegría”, señaló.
“Ya tenemos otros pacientes candidatos a este tratamiento experimental”, agregó el médico.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 9 de mayo de 2017
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