SANTIAGO, 01 Ago. 17 / 11:08 pm (ACI).- Como es tradición, este 1 de agosto comenzó en Chile el Mes de la Solidaridad, tiempo que inspirado en la vida y obra de San Alberto Hurtado, fomenta la cultura del encuentro fraterno con los más sufrientes de la sociedad a través de distintas actividades diocesanas.
San Alberto Hurtado nació en 1901 y falleció un 18 de agosto de 1952. Su legado de lucha y reflexión por la construcción de un país de justicia y fraternidad hicieron que en 1994, el Congreso Nacional de Chile instaure el Día Nacional de la Solidaridad para conmemorar la fecha de su muerte. Con el tiempo fueron surgiendo diversas iniciativas que conforman hoy el Mes de la Solidaridad.
Este año, la Arquidiócesis de Santiago, junto a otras instituciones como Cáritas, dieron inicio al Mes de la Solidaridad con un desayuno para personas en situación de calle en La Vega Central, lugar popular de la ciudad donde confluyen puestos de frutas y verduras, trabajadores y las personas sin techo que viven en los alrededores.
Con desayuno en La Vega se da inicio al #MesDeLaSolidaridad#FelicidadDeDarpic.twitter.com/HVw8SaQFrR
— IglesiadeSantiago.cl (@Iglesiastgo) 1 de agosto de 2017
En esta ocasión la Arquidiócesis se congrega bajo el lema “La felicidad la recibes cuando te das” para fomentar el voluntariado joven, que de acuerdo a las estadísticas sólo alcanza al 7%.
“Ojalá que la solidaridad sea una actitud permanente durante toda la vida, el amor y la solidaridad a nosotros nos realiza. La verdadera felicidad la sentimos cuando nos entregamos, cuando somos servidores, no tanto en recibir ni en materialismos”, expresó el Obispo Auxiliar de Santiago y Vicario de la Pastoral Social Caritas, Mons. Jorge Concha Cayuqueo.
“El llamado es a que demos humanidad con gestos, desde el saludo hasta acciones más concretas, a entregarse por los demás, a hacernos responsables los unos de los otros, para hacer del mundo un mejor lugar, más humano y solidario, bajo el ejemplo iluminador de San Alberto Hurtado”, agregó mientras compartía el desayuno con los sintecho.
En tanto, la Pastoral Social Cáritas de la Arquidiócesis de La Serena (norte de Chile) preparó una merienda para los adultos mayores en la parroquia Nuestra Señora de Lourdes.
“Los adultos mayores son parte importante en nuestras prioridades pastorales. ¡Cuánto deseamos que se les pudiera atender en modo más profundo y expedito a sus demandas!”, manifestó el Arzobispo de La Serena, Mons. René Rebolledo.
“Por nuestra parte, los acogemos, les brindamos espacio, participamos de sus programas. Sin embargo, es preciso que ellos vean cumplidas sus aspiraciones”. La Arquidiócesis también contempla actividades para los niños, inmigrantes, reclusos, personas en situación de discapacidad y jóvenes.
La Arquidiócesis de Concepción dio especial énfasis al lema “Cambia tu mirada. ¡Ama a tu hermano a quien ves!”. El Arzobispo local, Mons. Fernando Chomali, dijo que “en Chile, lo que nos hace falta son héroes, más santos, gente más comprometida con su vida, con sus manos, con su corazón, con su bolsillo, para superar todas las inequidades que tenemos”.
Intendente (s) @enriqueinostroz participa junto a Arzobispo de Concepción Fernando Chomalí en lanzamiento del Mes de la Solidaridad pic.twitter.com/6D5cTZDZdG
— Seremi de Gobierno (@Segegob_Biobio) 1 de agosto de 2017
La Diócesis de Rancagua puso énfasis en las personas inmigrantes. Una de las actividades centrales será el té o cena solidaria que tiene como finalidad reunirse en comunidad para comer algo sencillo y dar un aporte económico a iniciativas que beneficiarán a jóvenes estudiantes de educación superior y migrantes.
“Ellos llegan a nuestra región buscando refugio, consuelo y nuevas oportunidades para vivir con la dignidad de hijos de Dios. Ellos son nuestros hermanos en Cristo, a los que a veces el té les sabe más a penas y amarguras que a calor de hogar”, describe el sitio web.
También, la Diócesis de Chillán anunció la tradicional “Cena solidaria para Inmigrantes” realizada por el personal del obispado y distintas acciones con las personas en situación de calle, reclusos y enfermos.
El Obispo de Chillán, Mons. Carlos Pellegrin manifestó que dichas actividades son “una tarea permanente” pero, “este año de manera especial queremos destacar el acompañamiento a los inmigrantes”
“Mirando nuestro lema diocesano (Nada humano me es ajeno) queremos decir que todas las situaciones, hablen o no hablen de Dios, para nosotros nos hablan de Jesucristo y queremos comprometerlo”, enfatizó.
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