WASHINGTON D.C., 26 Ene. 17 / 10:53 am (ACI).- Los obispos de Estados Unidos criticaron la reciente orden ejecutiva del Presidente Donald Trump que busca construir, de forma “inmediata”, un muro en la frontera con México para combatir la migración ilegal.
El 25 de enero, Trump, que había prometido esta decisión durante su campaña electoral, firmó la orden ejecutiva titulada “Seguridad Fronteriza y Mejoras al Control de la Inmigración”.
Entre otras disposiciones, el documento determina “asegurar la frontera sur de Estados Unidos a través de la inmediata construcción de un muro físico en la frontera sur, monitoreado y respaldado por personal adecuado para así prevenir la inmigración ilegal, el tráfico de drogas y de personas y actos de terrorismo”.
Actualmente ya existe un muro, erigido durante el gobierno de Bill Clinton, que cubre diversas secciones de la frontera entre Estados Unidos y México.
El presidente del Comité de Migración de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) y Obispo de Austin, Mons. Joe Vasquez, se manifestó “descorazonado” por el anuncio del muro.
“Estoy descorazonado porque el presidente ha priorizado construir un muro en nuestra frontera con México”, lamentó.
“Esta acción pondrá las vidas de inmigrantes innecesariamente en peligro”.
“La construcción de ese muro solo hará que los migrantes, especialmente las mujeres y niños vulnerables, sean más vulnerables a traficantes y a contrabandistas. Adicionalmente, la construcción de un muro así desestabiliza a las muchas vibrantes y bellas comunidades interconectadas que viven pacíficamente a lo largo de la frontera”, dijo.
Mons. Vasquez dijo que “en vez de construir muros, en este tiempo, mis hermanos obispos y yo continuaremos siguiendo el ejemplo del Papa Francisco. Nosotros ‘buscaremos construir puentes entre la gente, puentes que nos permitan derribar los muros de la exclusión y la explotación”.
El presidente del Comité de Migración de la USCCB se refirió también a nuevas disposiciones del gobierno respecto al control migratorio. “El anunciado incremento en espacio de detención para inmigrantes y las actividades de control de inmigración es alarmante”, dijo.
“Eso desgarrará a las familias y provocará miedo y pánico en comunidades”, señaló.
“Aunque respetamos el derecho de nuestro gobierno federal de controlar nuestras fronteras y garantizar la seguridad para todos los estadounidenses, no creemos que una escalada a gran escala de detención de inmigrantes y el creciente intensivo uso de control en comunidades inmigrantes es el camino para lograr esas metas”, indicó.
Mons. Joe Vasquez señaló que en lugar de estas políticas, los obispos estadounidenses ´se mantendrán firmes “en nuestro compromiso de una reforma comprensiva, compasiva y de sentido común”.
“Cada día, mis hermanos de obispos y yo atestiguamos los efectos nocivos de la detención de inmigrantes en nuestros ministerios. Experimentamos el dolor de familias separadas que luchan por mantener la apariencia de una vida familiar normal. Vemos a niños traumatizados en nuestras escuelas y en nuestras iglesias”, recordó.
El presidente del Comité de Migración de la USCCB aseguró que los obispos estadounidenses continuarán “ayudando y solidarizándonos con las familias inmigrantes. Le recordamos a nuestras comunidades y a nuestra nación que estas familias tienen un valor intrínseco como hijos de Dios”.
“Y a todos los afectados por la decisión de hoy, estamos aquí para caminar con ustedes y acompañarlos en este viaje”, señaló.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 14 de enero de 2017
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