“Por mi fe doy la vida por México”: 40 mil jóvenes en Peregrinación al Cerro del Cubilete

CIUDAD DE MÉXICO, 29 Ene. 17 / 11:08 am (ACI).- Este fin de semana se realiza la Peregrinación Juvenil al Cerro del Cubilete en el estado de Guanajuato, en donde se encuentra la emblemática imagen de Cristo Rey, un lugar marcado por la historia de los mártires de México.

La 34 edición de este importante evento juvenil lleva como lema “Por mi fe doy la vida por México” que en esta oportunidad honra a San José Sánchez del Río.

“Joselito”, como llaman a este Santo mexicano, fue un niño torturado y asesinado el 10 de febrero de 1928 por oficiales del gobierno de Plutarco Elías Calles tras negarse a renunciar a su fe. El Papa Francisco lo canonizó junto a otros seis santos el 16 de octubre de 2016 en el Vaticano.

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La peregrinación ha estado acompañada por reliquias de primer grado del Santo. Fátima González, presidenta del grupo que organizó el evento, Testimonio y Esperanza, indicó que la idea de tenerlas fue transmitir a los jóvenes mexicanos el ejemplo de vida de Joselito.

El sábado 28 de enero, con más de 40 mil jóvenes presentes, presidió la Misa central de la peregrinación el Nuncio Apostólico en México, Mons. Franco Coppola, quien alentó a todos a no tener miedo ante los problemas que afectan al país.

Según el sitio web Yoinfluyo.com, el Arzobispo afirmó que “el miedo paraliza e impide enfrentar con esperanza el futuro”.

Ante las dificultades, Dios no defrauda; “si contamos con Él, siempre hará maravillas”, enfatizó.

Sobre la amenaza de las deportaciones de mexicanos en Estados Unidos, el Arzobispo dijo que la Iglesia “siempre va un paso adelante” y que un ejemplo de ello es que el actual Nuncio en el país del norte, Mons. Christoph Pierre, era antes el Nuncio en México y por ello conoce la situación del país.

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Mons. Coppola dijo que pese a todo, “es aquí donde está México (los jóvenes), el presente y el futuro que da mucha esperanza”.

A lo dicho por el Arzobispo, lo jóvenes respondieron con la clásica arenga de los católicos mexicanos, que exclamó antes de morir el mártir y Beato Miguel Pro, “¡Viva Cristo Rey!”.

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Tras la Misa y en declaraciones a los medios, el representante del Papa ante México dijo que “estos jóvenes son un reto para nosotros como Iglesia”.

El Prelado afirmó que la Iglesia, como dice el Papa, debe hacerse “compañera de ruta” para salir en busca de las personas. “No podemos contentarnos con las 99, 90 o 50 ovejas que siguen al pastor”, hay que ver a las otras, “nadie tiene que quedarse solo”.

Por su parte, el Arzobispo de León, Mons. Alfonso Cortés, señaló que “el amor a Dios y el amor al prójimo son una misma cosa”, que se expresan en “la caridad, la verdad y la justicia”.

De otro lado, los jóvenes de Testimonio y Esperanza exigieron un claro combate contra la corrupción en México, el respeto al derecho a la vida, la libertad religiosa, y alentaron a los funcionarios públicos a servir auténticamente al bien común.

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Breve reseña del Cristo Rey en el Cerro del Cubilete

En el año 2012, antes de la visita del Papa Benedicto XVI en la que sobrevoló el Cerro del Cubilete, el sacerdote Jaime Ramírez López del Santuario de Cristo Rey que se encuentra allí, explicó la historia de este emblemático lugar.

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El sacerdote recordó que el primer monumento al Sagrado Corazón se construyó en 1920, para pedirle al Señor por la paz en México, "un deseo que tenían los obispos desde 1914".

En enero de 1923 se colocó la primera piedra para el segundo monumento al Sagrado Corazón que finalmente "no se pudo realizar porque fueron tiempos de la persecución religiosa. El 30 de enero de 1928 las fuerzas del gobierno dinamitaron el primer monumento que se construyó y el segundo proyecto ya no se realizó".

En 1942, "con las cosas más calmadas, se manda a construir un monumento al Sagrado Corazón de Jesús llamado Monumento de las Nubes. Así se empieza a plasmar la idea de un santuario a Cristo Rey promovido por el entonces Obispo de León, Mons. Emelterio Valverde y el episcopado".

La primera piedra del Santuario se colocó el 11 de diciembre de 1944. El proyecto de la imagen de Cristo Rey lo hizo el escultor Fideas Elizondo y la construcción del santuario estuvo a cargo de los arquitectos Mariscal y Piña y Carlos Ituart.

La actual imagen de Cristo Rey pesa alrededor de 300 toneladas, mide 20 metros de alto y "tiene un sentido teológico. Están los ángeles sosteniendo la corona real y la corona de espinas, que precisamente nos hablan de esa realeza de Cristo, que es el camino del martirio para llegar a reconocerlo como rey y Señor del universo".

Al interior del monumento, a la altura "del corazón, está un altar donde se puede celebrar la Misa. Pocas veces se ha celebrado allí, solo en ocasiones muy importantes".

Este Santuario no es "un lugar turístico, sino un lugar de culto, oración y encuentro con Dios. Es un lugar para abrir el alma y dejar que Dios nos hable".

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