El estudio fue realizado a solicitud de la organización católica internacional Los Caballeros de Colón y participaron 2079 adultos en Estados Unidos, encuestados entre el 7 y 13 de enero de este año.
El trabajo de Marist Poll encontró además que un 60 por ciento, contra un 38 por ciento, considera que el aborto está moralmente mal.
El mismo 84 por ciento señaló que las leyes pueden proteger tanto el bienestar de una mujer como la vida del no nacido.
Para el Caballero Supremo de los Caballeros de Colón, Carl Anderson, este resultado revela que “cuatro décadas después de Roe vs. Wade (el caso que legalizó el aborto en Estados Unidos), el pueblo estadounidense sigue descontento con su legado”.
“La encuesta deja claro que el pueblo estadounidense entiende que el aborto es demasiado común y causa gran daño. E incluso aquellos que se consideran ‘pro-elección’ quieren reducirlo significativamente”.
Anderson aseguró que “es hora de que nuestros legisladores respondan a este consenso público con una legislación apropiada”.
El estudio también encontró que el 78 por ciento apoya que los padres sean notificados antes de que un menor pueda acceder a un aborto.
El 68 por ciento se opone a que los abortos sean financiados con impuestos, mientras que solo el 28 por ciento apoya esta política.
El 59 por ciento de estadounidenses, frente a un 22 por ciento, ve el aborto como algo que hace más daño que bien a la mujer en el largo plazo.
Además, el 57 por ciento, contra un 37 por ciento, expresó su apoyo a una legislación que permita a los profesionales de la salud y a organizaciones rehusarse a brindar abortos o referir pacientes para abortos.
Un 70 por ciento de los encuestados manifestó su apoyo a los derechos de libertad religiosa cuando los valores religiosos entran en conflicto con la ley, como es el caso del mandato anticonceptivo HHS, que obliga a las empresas a brindar planes de salud con tratamientos abortivos.
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