Mons. Enrique Angelelli (Foto dominio público)
BUENOS AIRES, 14 Jul. 14 / 01:18 pm (ACI ).- El Obispo de San Isidro, Mons. Oscar Vicente Ojea, aseguró que la sentencia del Tribunal Oral Federal de La Rioja que determinó que Mons. Enrique Angelelli fue asesinado el 4 de agosto de 1976 es “un momento fundamental” para tomar conciencia de la reconciliación a la que la Iglesia convocó por el bicentenario de Argentina.
El Obispo dijo que “tenemos que decirnos la verdad como Nación. La reconciliación que buscamos supone la verdad. Y nosotros como diócesis de San Isidro queremos unirnos íntimamente a todo el pueblo de La Rioja, a su clero y a su obispo, Mons. Marcelo Colombo”.
El mensaje del Obispo de San Isidro se da luego que hace unos días los exmilitares Luciano Benjamín Menéndez y Luis Fernando Estrella fueran condenados a cadena perpetua acusados de ser los autores intelectuales de la muerte del tercer Obispo de diócesis argentina de La Rioja, Mons. Enrique Angelelli, fallecido el 4 de agosto de 1976 en el tiempo de la dictadura.
El presidente del Tribunal Oral Federal de La Rioja, José Quiroga Uriburu, leyó la sentencia con la que se declaró que la muerte de Mons. Angelelli fue un crimen de lesa humanidad, con lo que se desechó la hipótesis de un supuesto accidente automovilístico que mantenía la defensa de los condenados y que se mantuvo durante años como la razón del fallecimiento del Obispo.
Según las pericias efectuadas, Mons. Angelelli murió el 4 de agosto de 1976 a causa del choque que dos autos provocaron sobre la camioneta Fiat 125 Multicarga que manejaba el Obispo que viajaba acompañado del P. Arturo Pinto.
El accidente ocurrió en medio de una ola de ataques y amenazas contra el Obispo y sus seguidores y días después del asesinato de dos de sus sacerdotes –Carlos Murias y Gabriel Longueville– y un laico muy cercano a él –Wenceslao Pedernera–. La camioneta fiat en la que viajaba el Prelado por la ruta 38 desde Chamical hacia la ciudad de La Rioja junto al P. Pinto apareció volcada cerca del paraje Punta de los Llanos.
El P. Pinto logró sobrevivir pero Mons. Angelelli no. Su cuerpo apareció extrañamente extendido en forma de cruz sobre el asfalto boca arriba y con un fuerte golpe en la nuca, a unos 25 metros del vehículo.
Los jueces también decidieron que los exmilitares Estrella y Menéndez sean trasladados a un penal de máxima seguridad de Bower, en la provincia de Córdoba.
Antes de conocer la decisión de los jueces, el actual Obispo de la Rioja convocó a una vigilia de oración y una Misa en memoria de Mons. Angelelli. Mons. Colombo exhortó a “no ansiar venganza, ni cultivar odio o rencor” y pidió asumir enteramente las enseñanzas de su predecesor, tanto en el ámbito eclesial como en la sociedad provincial.
En marzo del año pasado, el P. Enrique Martínez, que era seminarista en La Rioja en la década de los 70’s, explicó que en los años de la dictadura argentina del general Jorge Videla “había una campaña muy dura contra Mons. Angelelli y en general contra todo el clero. Se tildaba de filomarxista al Obispo, a los más estrechos colaboradores de él. Se tildaba de subversivas las actividades pastorales de la Iglesia”.
“Cuando fue el golpe de Estado tuvimos que terminar con cosas tan simples como podía ser el campamento de los chicos exploradores o una salida de niños de catequesis, porque ya enseguida venía alguno que decía que estaban entrenando para la guerrilla”, señaló.
Ante el posible peligro, Mons. Angelelli recomendó a los seminaristas ir a Buenos Aires, donde conocía al Padre Jorge Mario Bergoglio, ahora Papa Francisco, que en ese entonces dirigía el Colegio Máximo de San Miguel. En este colegio el entonces Superior Provincial de los Jesuitas en Argentina también escondió a muchos perseguidos.
Etiquetas: Argentina, obispos, Reconciliación, Mons. Enrique Angelelli
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