BUENOS AIRES, 26 Nov. 17 / 05:01 pm (ACI).- Sufrió un paro cardio-respiratorio y los médicos aseguraron su muerte, sin embargo, luego de veinte minutos, Sofía Acosta volvió a la vida por la intercesión de la Beata Catalina de María, fundadora de la Congregación Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón.
El hecho ocurrió hace 20 años el 22 de abril de 1997, cuando Sofía preparaba la cena para compartir con su esposo, Leonardo Valdéz, y su hija Eugenia Valdéz.
Todos sintieron un estruendo, y cuando Eugenia salió a ver qué pasaba, Sofía, su mamá, estaba tendida sobre el piso de la cocina y su cabeza era sostenida por su marido.
“La mamá estaba muy mal, no respondía. Mi papá cruzó a buscar al doctor Venturini y quedé yo sosteniéndole la cabeza. Ahí la mamá hizo una inspiración muy profunda, tiró su brazo al costado y perdió sus signos vitales. Ella fallece en mis manos”, dijo Eugenia Valdéz en conferencia de prensa.
El esposo y el hijo de Eugenia junto a unos vecinos trasladaron a Sofía Acosta al Sanatorio Galeno y, tras unos minutos de espera, Eugenia le pidió al médico volver a la habitación: “Vuelva y haga las cosas que tienen que hacer porque la Madre Catalina la va a ayudar, ella la va a salvar”.
El doctor Osvaldo Malmoria volvió hasta donde se encontraba Sofía para seguir reanimándola y ella recuperó el ritmo cardíaco.
“La dejaron internada en la Unidad Coronaria y nos dijeron que era muy probable que quedara como una plantita. Mi amiga Liliana me había traído el ‘detente’ de la Madre Catalina que tiene un pedacito de su hábito. Cuando entro al cuarto donde estaba mi madre, se lo puse en su cabeza, en su corazón, en su almohada, y seguíamos rezando”, precisó Eugenia.
Esta mujer de fe es profesora de inglés en un colegio de Tucumán, pertenece a la Congregación Hermanas Esclavas del Corazón de Jesús, fundada por la Beata Catalina, y desde allá “todos rezaban para que ‘la mamá’ se recuperara”.
“En la primaria y en el jardín de infantes las nenas cantaban: ‘Mandarina, mandarina, mandarina, Señor haz el milagro por la Madre Catalina”.
“La evolución de mi madre fue muy rápida. En diez días ya la tuvimos de vuelta en casa. Y ahora ella está muy bien. Su cuerpo no tiene secuelas”, agregó Eugenia.
“Esto fue durante muchos años un secreto, un regalo que la Madre Catalina nos había hecho. Ahora llegó el tiempo de compartirlo con todo el mundo, con alegría, con mucha fe. Hay que dejar todo en manos de Dios porque Él sabe por qué hace las cosas”, concluyó Eugenia Valdéz.
El neurólogo forense, Federico Pelli Noble explicó que el cerebro no resiste más de cuatro o cinco minutos sin irrigación de sangre y oxígeno y Sofía estuvo unos veinte minutos así. “No hay explicación científica bajo ningún punto de vista”, dijo.
Del episodio, Sofía Acosta recordó que ella “estaba en medio del campo. A ambos lados del camino habían flores amarillas bellísimas, con un color brillante que nunca había visto. Sentía una paz inmensa, me sentía feliz. En mis oídos sonaba una música suave. Caminaba como guiada por una luz”, explicó a La Gaceta de Tucumán.
“Al final veo a mi mamá, que había muerto el año anterior. Venía apurada, junto con un sobrino mío que había fallecido hacía dos años. Mi mamá me toma del brazo, a la altura del codo, y mi sobrino del otro. ‘Vos no tenés que estar aquí, no es tu hora. Ándate, ándate...’, me apuraban”, precisó.
Sofía Acosta tiene actualmente 79 años y sigue disfrutando a su familia en su casa ubicada en Tucumán.
Desde allá celebró la Beatificación de Catalina de María, este 25 de noviembre de 2017, realizada en el Centro Cívico de la ciudad de Córdoba, y presidida por el Cardenal Angelo Amato, Prefecto para la Causa de los Santos.
Rafael Cortés, el nieto de Sofía que tenía solo seis años cuando sucedió el hecho, manifestó a ACI Prensa su orgullo y felicidad por poder disfrutar hoy a su abuela y de participar con su familia en la Misa de beatificación de Madre Catalina.
“Este proceso lo he vivido con muchas ansias y también con momentos de falta de esperanza por todo el tiempo que pasaba sin resultados y los trámites que se necesitaban”.
“Hoy que estoy aquí, les digo a los jóvenes que tengan fe y crean en Dios y en la Madre Catalina porque siempre están con nosotros”, manifestó a ACI Prensa.
Breve biografía de la Madre Catalina
La Beata Madre Catalina nació en Córdoba el 27 de noviembre de 1823 y sintió un llamado a vivir la vocación religiosa desde pequeña. A los 17 años vivió los ejercicios espirituales ignacianos que abrieron aún más su amor al Sagrado Corazón de Jesús.
A los 29 años se casó con el coronel Manuel Antonio de Zavalía. Su única hija falleció al nacer y luego de 13 años de matrimonio, enviudó. Fue entonces cuando resurgió su amor y el sueño de fundar una congregación para mujeres de vida apostólica.
El 29 de septiembre de 1872 fundó el Instituto de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. Murió el 5 de abril de 1896 y fue declarada Venerable el 17 de diciembre de 1997 por el Papa San Juan Pablo II.
La obra misionera y educativa de la Beata Catalina de María se encuentra presente en Chile, Argentina, España y Benin en África.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 25 de noviembre de 2017
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