Fue una “visita breve que no estaba programada”, declaró Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, durante una rueda de prensa por la visita del Papa a la capital norteamericana.
“Este es un signo evidente de su apoyo hacia ellas” en su lucha en los tribunales, afirmó.
En su breve visita, el Papa saludó a todas las religiosas y mostró especial afecto por la hermana Marie Mathilde, una religiosa de 102 años de edad. El Pontífice les dirigió unas palabras y se tomaron fotos para el recuerdo.
Las Hermanitas iniciaron una demanda contra la administración de Obama por el mandato dado en 2012 que obliga a todas las empresas e instituciones suministrar cobertura sanitaria a sus empleados que incluye control de la natalidad, esterilizaciones y píldoras abortivas.
Las Hermanitas sostienen que proporcionar esta cobertura sanitaria a los empleados de sus instituciones viola sus creencias religiosas.
Aunque la administración de Obama modificó el mandato para incluir la posibilidad de algunas objeciones de conciencia, las religiosas afirmaron que después de revisarlo todavía viola sus conciencias.
En julio pasado, la Corte de Apelaciones del Décimo Circuito determinó que las Hermanitas de los Pobres debían acatar el mandato. Las religiosas decidieron entonces apelar ante la Corte Suprema y actualmente aguardan una sentencia.
La agenda del Papa en Washington no incluía la visita a las religiosas. Ayer visitó la Casa Blanca, se encontró con los obispos estadounidenses en la Catedral de San Mateo y canonizó a San Junípero Serra en el Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción.
Fue un “pequeño añadido al programa, pero creo que tiene un significado muy importante”, afirmó el P. Lombardi.
También añadió que la vista está “conectada” con “las palabras que el Papa dijo en apoyo a la posición de los Obispos de Estados Unidos en su discurso con el presidente Obama y también en el discurso con los Obispos”.
El Papa Francisco ante el presidente Obama en la Casa Blanca hizo un llamado a favor de la libertad religiosa, “una de las más preciosas posesiones de América” y subrayó el apoyo a los Obispos de Estados Unidos en su defensa de esta libertad.
“Todos estamos llamados a estar vigilantes, precisamente como buenos ciudadanos, para preservar y defender la libertad de todo lo que pueda amenazarla o comprometerla”, dijo.
En respuesta a la noticia de la visita a las Hermanitas el Arzobispo de Louisville y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos, Mons. Joseph Kurtz, dijo que estaba “muy contento” por el gesto.
“La última cosa que las Hermanitas de los Pobres quieren es denunciar a alguien. Ellas no quieren ir al os tribunales”, afirmó. “Simplemente quieren servir a los pobres, a los ancianos, pero no quieren hacerlo poniendo en conflicto sus creencias”.
El Arzobispo habló previamente en una rueda de prensa sobre “la interpretación de la libertad religiosa en sentido estricto” y subrayó que la religión no es algo que se practica sólo los domingos sino que se vive todos los días”. Como ejemplo mencionó a las Hermanitas.
“Tenemos que dar espacio en nuestra nación para que la gente que tiene profundas creencias religiosas no se vean coaccionadas”, añadió.
Las Hermanitas de los Pobres durante 175 años se han dedicado al cuidado de los ancianos de bajos recursos en Estados Unidos a través de albergues. De no acatar este mandato las religiosas enfrentarían multas de 4.5 millones de dólares anuales en dos de sus 30 casas en todo el país.
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