Su declaración, puede considerarse una respuesta a las declaraciones de la Presidenta, Michelle Bachelet, quien recientemente defendió el aborto con algunas de las falacias que suelen usar quienes lo promueven como ella. Entre otras cosas la mandataria dijo que el Estado debe preservar la dignidad de la mujer y su capacidad de decisión informada, junto con, solucionar los abortos clandestinos que constituiría un riesgo para la salud de la mujer.
Mons. Chomali advirtió que hay que leer con calma el proyecto de aborto que se discute en el Parlamento, porque “está más que claro que el espíritu de la ley no está centrado en un tema médico ni de salud pública: está centrado en el supuesto derecho que tiene la madre a decidir si sigue o no con el embarazo. Y ello cuando quiera. Ese es el debate de fondo, y desde ese punto de vista urge mayor honestidad intelectual”, manifestó.
El también Arzobispo de Concepción dijo que la Iglesia Católica reconoce que hay embarazos difíciles los cuales son “verdaderos dramas de hondo contenido humano” pero, que no está de acuerdo con el modo de resolverlos, ya que un aborto “no soluciona el problema de la madre, además le agrega otro, que es la eliminación de un inocente e indefenso ser humano en desarrollo, como lo fuimos cada uno de nosotros”, explicó.
Por otra parte, Mons. Chomali acusó que no le parece “justo suscitar en la conciencia de las personas una posición respecto del aborto presentando casos dramáticos”. Y que ante los diversos documentos que avalan la vida, presentados a la comisión de Salud de la Cámara de Diputados, se están quedando sin argumentos para contrarrestar, apareciendo como último sustento el “que Chile es un país laico”, enfatizó.
“Soy el primero en estar de acuerdo de que Chile es un país laico y que hay separación de la Iglesia y el Estado, pero ese argumento no vale cuando se trata de defender principios que surgen de la razón, como lo es el derecho primario, original y fundamental que tiene todo ser humano a que se le respete su vida. De ese derecho gozamos quienes estamos hoy en esta discusión”, explicó Mons. Chomali.
Para dar sustento a su mensaje, el también miembro para la Pontificia Academia para la Vida, se refirió a los libros de embriología que postulan que desde la fecundación se da inicio a la especie humana y la medicina que debe enseñar a “sanar, cuidar, aliviar, pero nunca a dañar”.
A su vez planteó el camino de la solidaridad y el acompañamiento a la madre y el hijo como actitudes “donde se vive con mayor fuerza una sociedad auténticamente democrática y además respetuosa de la Constitución”, dijo.
Para finalizar, Mons. Chomali cuestionó: “¿habrá que incluir junto al curso de embriología, uno de aborto y el día de mañana junto al curso de cuidados paliativos, uno de eutanasia?, ¿Será que esta ley es el paso de una medicina centrada en el bien de los pacientes a una centrada en el deseo del que puede decidir, que suele ser el más fuerte?”
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