El domingo 23 la mandataria dijo que promueve el aborto para “preservar la dignidad de la mujer y su capacidad para tomar decisiones”. “En Chile hay aborto, hay abortos clandestinos y la gente que tiene buenos recursos lo hace en buenas condiciones. La gente que no tiene recursos lo hace en malas condiciones, con riesgos para la salud de la mujer y, por cierto, también del riesgo, incluso, de poder morir”, agregó.
“Por un lado nos estamos haciendo cargo de un tema de salud y también de los derechos de la mujer, para las cuales puede ser tremendamente doloroso mantener el embarazo y queremos que la mujer informadamente pueda tomar una decisión”, dijo Bachelet.
Ante estas declaraciones el diputado Matías Walker de la Democracia Cristiana (DC) dijo al diario La Tercera que “el hecho de que se hagan abortos en Chile no puede significar que por eso haya que legalizarlo (…) El Estado, más que facilitar que las mujeres se puedan hacer un aborto, lo que tiene que hacer es fomentar que, aún en circunstancias tan dramáticas, siempre puedan optar por la vida”.
Juan Antonio Coloma, senador del partido Unión Demócrata Independiente (UDI), declaró a CNN Chile que, si la Presidenta Bachelet sabe dónde ocurren los abortos clandestinos, debe denunciarlos “porque el derecho a la vida no puede tener excepciones”.
También Jacqueline Van Rysselberghe de la UDI, que participa en la Comisión de Salud de la Cámara de Senadores, dijo al mismo medio que ha sido “bastante superficial el diagnóstico que hace la Presidenta" y agregó que, “en Chile existe una política de anticoncepción que comenzó hace muchos años y permite que la tasa de embarazos no deseados sea bastante baja (…) No porque se produzcan abortos hay que legalizarlo”.
Por su parte, el presidente del Senado, Patricio Walker (DC), dijo que si bien respeta las “convicciones” de Bachelet, es necesario recordar que “que la vida nace desde el momento de la fecundación, y pienso que la solución, más que facilitar el aborto, es generar un mecanismo de acompañamiento a la mujer”.
En la misma línea, el médico ginecólogo obstetra con más de 20 años de experiencia en el rubro, Fernando Abarzúa, explicó en el programa televisivo Tolerancia Cero, que el argumento del aborto clandestino no es válido para legislar el aborto.
“Esto que dice que hay miles de abortos ilegales no tiene nada que ver con lo que se supone que este proyecto pretende controlar (…) Este proyecto de ley que dice ser restrictivo (riesgo de la madre, inviabilidad fetal y violación) no impacta en nada en la epidemiología del aborto provocado clandestino, como lo argumentan las personas que lo promueven”, precisó.
En diciembre de 2014 la ex Ministra de Salud, Helia Molina, renunció a su cargo por dichos similares a los expuestos por Bachelet, los que fueron calificados por la cartera de salud como una opinión personal que "no representa el pensamiento" del Gobierno.
A pesar de que Chile posee la tasa de mortalidad materna más baja del continente después de Canadá, (dos fallecidas en 2012 según el Instituto RES Publica), igualmente se busca legislar el aborto.
Los parlamentarios que discuten el tema deberán votar las observaciones al proyecto el 8 de septiembre y de ser aprobado, continuará a la Comisión de Constitución que revisará aspectos constitucionales. De ser rechazado en la votación, no se discute el tema hasta un año más.
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