“En este caso realmente no importa si eres pro-vida o pro-opción, deberíamos estar de acuerdo en que lo que está sucediendo en Planned Parenthood, revelado en estos videos, es atroz, grotesco, bárbaro. Y hay más por venir, ellos no deberían recibir ni un centavo del fondo federal”, expresó.
A mediados de julio salió el primer video que el Center for Medical Progress (CMP, Centro para el Progreso Médico), grabó con cámara oculta para revelar el tráfico de órganos que Planned Parenthood hace con los bebés abortados.
Ahí, la doctora Deborah Nucatola, directora principal de Servicios Médicos de Planned Parenthood Federation of America, explicó en una conversación con “potenciales compradores” cómo esta organización vende órganos de bebés abortados a una tarifa “razonable”. Hasta el momento son ocho los videos que han salido a la luz.
Esto provocó un escándalo a nivel internacional y propició que más de diez estados iniciaran investigaciones. Sin embargo, los senadores demócratas y dos republicanos (Mark Kirk y Susan Collins), evitaron que se aprobara un proyecto de ley que hubiera cortado los fondos públicos a Planned Parenthood.
Rubio señaló que se debe tomar el dinero “y dárselo a los centros de salud federalmente calificados que hay en todo el país y que proveen cuidados de salud a las mujeres sin cometer las actividades atroces que vemos en estos videos”.
“Nos llamarán bárbaros por apoyar el aborto”
Asimismo, el 6 de agosto, durante el debate en Ohio de precandidatos del Partido Republicano, Rubio advirtió que las “futuras generaciones mirarán a hacia este momento de la historia de nuestro país y nos llamarán bárbaros por asesinar a millones de bebés a quienes nunca les dimos la oportunidad de vivir”.
“Todo ser humano tiene derecho a la protección de nuestras leyes, si pueden votar o no, si pueden hablar o no, si pueden contratar un abogado o no, si tienen un certificado de nacimiento o no”, afirmó.
El sábado 22 unas 320 ciudades de Estados Unidos acogieron masivas manifestaciones pacíficas contra Planned Parenthood, exigiendo el respeto a la vida de los no nacidos y demandando que se quite el financiamiento público de más de 500 millones de dólares que recibe la organización estadounidense.
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