En un mensaje enviado a la agencia vaticana Fides, los prelados señalan que “nuestros corazones y nuestras oraciones se dirigen por las familias de los difuntos y de todos los que han perdido sus casas así como por aquellos que han sido arrojados a la miserable pobreza tras este desastre”.
Así se expresan los obispos tras la tragedia sucedida en la noche del 13 al 14 de agosto, cuando la ladera de una montaña se desplomó sobre el pueblo de Regent.
En el texto, los obispos alertan ante la falta de prevención de este tipo de desastres provocados muchas veces por el abandono, la desforestación salvaje y la construcción desenfrenada.
“La encíclica del Papa Francisco, Laudato Si', obliga a nuestra conciencia colectiva a promover la auténtica conversión ecológica y a vivir en paz con la naturaleza. Los ciudadanos de Sierra Leona tienen la responsabilidad de cuidar de “nuestra casa común””, indica el mensaje.
“La Iglesia Católica, a través de Cáritas, en colaboración con las agencias católicas de desarrollo colaborará y ayudará al gobierno en sus esfuerzos por reducir el sufrimiento de nuestros compatriotas”, prosigue el texto.
Finalmente los obispos ofrecen “continuar con la oración por las almas de todas las víctimas”. Por el momento, el balance de fallecidos asciende a 600 personas de las que se han recuperado unos 450 cuerpos, señala Fides.
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— EWTN Español (@EWTNespanol) 22 de agosto de 2017
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