VATICANO, 26 Abr. 17 / 05:10 am (ACI).- En un video mensaje a un congreso sobre nuevas tecnologías en Vancouver (Canadá), el Papa Francisco habló de construir un futuro juntos y pidió mostrar ante todo humildad y estar abiertos a los demás.
Para Francisco, “el futuro está hecho de ti, está hecho de encuentros, porque la vida tiene lugar a través de las relaciones”. “Muchos años de vida me han hecho madurar cada vez más la convicción de que la existencia de cada uno de nosotros está unida a la de los demás: la vida no es tiempo que pasa, sino tiempo de encuentro”, afirmó.
“Encontrando o escuchando a los enfermos que sufren, inmigrantes que afrontan tremendas dificultades en busca de un futuro mejor, encarcelados que llevan el infierno en su mismo corazón, personas, especialmente jóvenes, que no tienen trabajo, me acompaña a menudo una pregunta; ‘¿Por qué ellos y no yo?’”.
Francisco recordó que “también yo he nacido en una familia de migrantes: mi padre, mis abuelos, como tantos otros italianos, se fueron a Argentina y conocieron la suerte de quien se queda sin nada. También yo habría podido estar entre los ‘descartados’ de hoy. Por ello en mi corazón permanece siempre esa pregunta: ‘¿Por qué ellos y no yo?’”.
El Santo Padre expresó el deseo de que este encuentro “nos ayude a recordar que tenemos todos necesidad los unos de los otros, que ninguno de nosotros es una isla, un ‘yo’ autónomo e independiente de los otros, que podemos construir el futuro solo juntos, sin excluir a ninguno”.
“Tenemos necesidad de resanar nuestras relaciones: también ese juicio duro que llevo en el corazón contra mi hermano o mi hermana, esa herida no sanada, ese mal no perdonado, ese rencor que solo me hará mal es un pedazo de guerra que llevo dentro, es una semilla que llevo en el corazón y que hay que apagar para que no se transforme en un incendio y así no deje cenizas”.
El Papa aseguró que es posible ser feliz “si no nos cerramos en nosotros mismos, porque “la felicidad se experimenta solo como don de armonía de uno hacia todos”.
Educación
Respecto a la tecnología y los avances científicos, el Obispo de Roma manifestó qué bueno sería que “si mientras descubrimos nuevos planetas lejanos” también “redescubramos las necesidades del hermano y de la hermana que ‘orbitan’ en torno a mí”.
Con tal fin, pidió una “educación a la fraternidad” que ante todo está en relación “con las personas que son marginadas por los sistemas tecno-económicos donde en el centro, sin darse cuenta, a menudo no se encuentra el hombre, sino los productos del hombre”.
Para Francisco, el amor “requiere una respuesta creativa, concreta, ingeniosa”. “No bastante los buenos propósitos y las fórmulas de rito, que a menudo sirven solo para tranquilizar las conciencias”.
“Juntos, ayudémonos a recordar que los demás no son estadísticas o números: el otro tiene un rostro, el ‘tú’ es siempre un rostro concreto, un hermano del que hacerse cargo”.
El Papa también afirmó que en la sociedad actual “existen heridas provocadas por el hecho de que en el centro está el dinero, están las cosas y no las personas”.
No obstante, “ningún sistema puede anular la apertura al bien, la compasión, la capacidad de reaccionar al mal que se esconde en el corazón del hombre”.
“En la noche de los conflictos que estamos atravesando, cada uno de nosotros puede ser una vela encendida que recuerda que la luz prevalece sobre las tinieblas, y no al contrario”.
Un futuro con esperanza
El Santo Padre explicó que para los cristianos “el futuro tiene un nombre: esperanza”. “tener esperanza significa ser optimistas, ingenuos que ignoran el drama del mal de la humanidad”.
“La esperanza es la virtud de un corazón que no se encierra en la oscuridad, no se detiene en el pasado, no malvive en el presente, sino que sabe ver el mañana”.
Francisco también señaló que la esperanza “es una semilla de vida humilde y escondida que se transforma con el tiempo en un gran árbol; es como levadura invisible que hace crecer toda la pasta, que da sabor a toda la vida”.
Por último, habló de la “revolución de la ternura”, que es “el amor que se hace cercano y concreto”. “Es un movimiento que parte del corazón y llega a los ojos, a las orejas, a las manos”, es “usar los ojos para ver al otro, usar las orejas para escuchar al otro, para escuchar el grito de los pequeños, los pobres, de quien teme el futuro”.
En definitiva, “es el camino de la solidaridad, el camino de la humildad”. “Cuanto más poderoso eres, cuanto más impacto tienen tus acciones sobre las personas, tanto más estás llamado a ser humilde”.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 26 de abril de 2017
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