Foto: Mons. Rubén Frassia / AICA
BUENOS AIRES , 03 Jul. 14 / 07:30 pm (ACI ).- El Obispo de Avellaneda-Lanús (Argentina), Mons. Rubén Frassia, advirtió que “una cosa que nos está pasando mucho -a los argentinos y también en la Iglesia- es que nos quedamos encerrados en nuestras cosas, en nuestro ‘mundito’ y cuando esto pasa el aire se envicia; hay que abrir ventanas, abrir puertas y salir”.
Así lo indicó en la homilía de la Misa que presidió en ocasión de las fiestas patronales en honor de San Juan Bautista, en la parroquia de la localidad bonaerense de Valentín Alsina que lleva el nombre del santo. Allí alertó de los desafíos actuales para los cristianos.
“También hay otra cosa seria: como son tantos los problemas que tenemos, económicos, de salud, la violencia que hay, la inseguridad -te roban en cualquier lado y por dos pesos son capaces de matarte-, por la violencia que viene de arriba y de abajo, de un costado y del otro, las medias verdades y medias mentiras, que todo se dice y muchas veces no se reconocen las cosas, que todo el mundo opina de todo como si de todo supieran, pero no saben y opinan igual porque la cuestión es hablar y hablar, así los periodistas hablan, la gente habla, todo el mundo habla; pero esto es entrar en una situación de superficialidad”.
El Prelado dijo luego que “hay algo peor todavía, y nosotros no somos así, la indiferencia, ‘no hay que meterse’, ‘no hay que complicarse la vida’, ‘no hay que pensar porque te complicas la vida’, ‘no te metas porque vas a salir mal’, ‘no te preocupes de los demás porque te vas a complicar la vida’, de esta forma nos vamos aislando, aislando. Así se nos quita el entusiasmo, la fuerza de vivir, la voluntad de servir”.
“Digo voluntad y no ganas porque muchas veces no tenemos ganas, pero nosotros no nos movemos por las ‘ganas’, nos movemos por la voluntad de servir, la voluntad del amor; servir, hacer el bien, crear conciencia de las cosas. Porque a veces nos burlamos de los demás, del bien común, de los otros, de todos. Así nos vamos como mordiendo y achicando; cosa que nos hace mucho mal”.
“¡Por favor, despertémonos! ¡Por favor, reaccionemos! No tengamos una actitud de resignación, porque si nos resignamos vamos a vivir como derrotados y no hay que vivir como derrotados. ¡Tenemos a Dios, a Cristo, al Espíritu Santo! ¡Tenemos a la Virgen! ¡Tenemos la historia de tantos mártires que dieron la vida por el Señor! Tenemos el ejemplo de San Juan el Bautista que no se calló y que le cortaron la cabeza por vivir y decir la verdad. Esa es nuestra misión”, sostuvo.
El Obispo pidió que “la misión no se apague porque los demás no te la reconozcan. La misión tiene que seguir viviéndosela, haciéndosela. La fidelidad, la bondad, el trabajo, el sacrificio, el respeto, la decencia, el cuidado, la educación, ¡esos son los valores que tenemos que acuñar, trabajar, desarrollar, cultivar! Son muy importantes porque están en nosotros”.
Mons. Frassia exhortó a seguir “el ejemplo de Juan el Bautista, que escuchó bien y respondió bien. Escuchemos bien y respondamos bien, independientemente de los resultados”.
“Uno no hace las cosas para que lo aplaudan, o para sentirse bien. ¡Uno hace las cosas para hacer el bien! Eso es mejor; no lo hago para sentirme bien; lo hago porque debo hacer el bien; porque yo hombre, mujer, niño, adulto, anciano, tengo una misión y la quiero cumplir al final de mi vida. Se los deseo y me lo deseo de corazón”.
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Etiquetas: Familia, Problemas sociales
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