La Catedral Santa María Auxilio de los Cristianos está ubicada en la ciudad de Wau, en el norte del país. Esta urbe se había mantenido a salvo de la brutalidad de la guerra, que causa estragos en el país hace tres años y medio, pero en los últimos meses la violencia ya ha llegado a la zona.
En este conflicto se enfrentan los partidarios del Presidente Salva Kiir y los del Exvicepresidente Reik Machar. Los combates han provocado que más de cuatro millones de ciudadanos abandonen el país en busca de paz, comida y trabajo.
La semana pasada Uganda, uno de los países vecinos, superó la barrera del millón de refugiados sursudaneses acogidos y ahora enfrenta una crisis seria porque no cuenta con los recursos suficientes para atenderlos.
Quienes no pueden abandonar Sudán del Sur, están buscando refugio en las iglesias, como la Catedral Santa María Auxilio de los Cristianos.
“Aquellos que huyen creen que incluso hasta los rebeldes temen a Dios y no se atreverán a asesinar a los civiles en las afueras de una iglesia”, expresó a IRIN News el P. Moses Peter, un sacerdote que sirve en la catedral.
“Muchas otras iglesias también han acogido a miles de personas”, agregó.
La mayoría de los desplazados internos son mujeres, niños y personas que han perdido a casi todos sus familiares en la guerra. Muchos tienen miedo de quedarse en sus hogares porque saben que pueden ser asesinados, torturados, sufrir violaciones o forzados a pelear.
“Los soldados quemaron nuestras casas, tomaron nuestro ganado y casi matan a toda mi aldea”, expresó una anciana llamada María que vive en la catedral desde el año pasado.
“No sé por qué me perdonaron, pero me dejaron abandonada e indefensa”, manifestó.
Un hombre ciego llamado Juda, que también vive en el templo, indicó que “no tengo nada a lo que regresar, así que me quedaré en esta iglesia”.
La crisis de refugiados ya ha comenzado a golpear a la Catedral Santa María Auxilio de los Cristianos porque se está quedando sin provisiones. Incluso han pasado cuatro meses desde que llegaron las últimas raciones distribuidas por el Programa Mundial de Alimentos.
Por su parte, los obispos locales han reclamado que fueron ignorados sus pedidos de conseguir más comida y también para que se realicen negociaciones de paz en el país.
“Aquellos que tienen el poder para hacer cambios que mejoren la situación de nuestra gente no han hecho caso de nuestros anteriores mensajes pastorales”, expresaron los obispos de Sudán del Sur en un comunicado difundido en febrero de este año.
A pesar de esta situación adversa, diversos organismos internacionales han implementado mejoras en la catedral como baños, bombas de agua, salones de clase y oficinas de salud.
Sin embargo, las personas que trabajan en ayuda humanitaria en este templo han recibido amenazas y solo se cuenta con un guardia de seguridad.
“La gente experimenta mucha presión entre el hambre y la inseguridad”, manifestó el P. Peter.
Un hombre de negocios llamado Hasan dijo a IRIN que el problema de la hambruna en el país no se debe a la carencia de comida, sino que es un resultado de la corrupción, la inflación y los saqueos.
“Habría suficiente para todos, si la gente tuviera dinero podrían adquirir la comida”, destacó.
Esta crisis de refugiados persistirá mientras continúe la violencia en el país. Sin embargo, los esfuerzos internacionales por la paz se han estancado y ninguno de los dos bandos del conflicto ha avanzado hacia una tregua.
“No estoy seguro sobre la paz. Si no llega, no tendré nada a lo que llamar hogar además de esta iglesia”, expresó Juda.
Traducido y adaptado por María Ximena Rondón. Publicado originalmente en CNA.
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— ACI Prensa (@aciprensa) 21 de abril de 2017
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